Deporte Balear

La SE Eivissa se ha convertido en un club sumido en el caos. El episodio vivido este pasado martes deja patente que sus dirigentes no tienen todavía del todo claro cómo reconducir la delicada situación económica y deportiva que vive la entidad. Los jugadores volvieron a los entrenamientos después del descanso con motivo de las fiestas de Navidad y esperaban que alguien de la directiva les informara sobre las soluciones que maneja el club. Ni el presidente, Pedro Ortega, ni el director deportivo, Toni Lima, aparecieron. Sólo el gerente del Eivissa, Andoni Valencia, se reunió con la plantilla durante apenas cinco minutos para trasladarles un mensaje: hasta el próximo lunes -tras el vital partido ante el Orihuela el domingo en el estadio de Can Misses- no conocerán cómo piensa actuar la entidad para reflotar un barco que parece que hace aguas por todos sitios y que navega a la deriva.
Hasta que la junta directiva no se reúna y perfile sus actuaciones a corto y medio plazo, los jugadores no conocerán de primera mano las medidas que se quieren tomar. Entre ellas, de manera extraoficial, se ha hablado de la reducción de las nóminas de los jugadores entre un 30 y un 50%. Además, la entidad también ha dejado la puerta abierta a todos aquellos futbolistas que deseen marcharse.
Medidas -unas u otras- que estarán recogidas en el plan de viabilidad al que, según Valencia, se le están «dando pinceladas» y que se abordará en una reunión de la junta directiva que se celebrará el sábado o el domingo de esta semana. «En la reunión, lo que se les ha pedido a los jugadores es paciencia, que se concentren en el partido que tenemos el domingo y vamos a ver, entre todos, cómo lo podemos arreglar. Durante esta semana vamos a tomar la decisión oportuna con respecto a lo que les explicaremos el día 5. La junta directiva tomará unas decisiones con respecto a la situación económica que vive el club y en cuanto a la situación deportiva que existe. Es complicada y hay que afrontarla. O aunamos esfuerzos o no vamos a ningún sitio».
En cualquier caso, Valencia actuó de mensajero y, según él mismo comentó, tras haberse reunido primero con el vicepresidente deportivo del Eivissa, Marci Rojo, y más tarde con el otro vicepresidente, Pepe Verdera, y el secretario, Óscar Roselló, los únicos miembros de la junta directiva que se dejaron ver por el estadio municipal de Can Misses este pasado martes.

Una mañana de incógnitas
Por su parte, los jugadores estaban citados a las 10,30 horas del martes para retomar los entrenamientos y empezar a preparar el trascendental partido contra el Orihuela. Pero la plantilla decidió, antes de ponerse manos a la obra, reunirse y hablar sobre todo lo que está sucediendo. Se escuchó alguna voz más alta que otra, pero los jugadores y el técnico, Quique Yagüe, expresaron sus opiniones. Aproximadamente 40 minutos después, a las 11,10 horas, los futbolistas empezaron a salir del vestuario y se dirigieron al terreno de juego para ejercitarse durante casi una hora y media. Faltaron Pisano -que se despidió de sus compañeros el día del partido ante el Ontinyent- y Biel Guasp -que dijo adiós el mismo martes y no se vistió de corto-. Tampoco entrenó Olalla -jugador que estaba a prueba para ser fichado-. Tras la sesión de trabajo Andoni Valencia se reunió con los futbolistas.

Informa:deportebalear.com /fuente:diariodeibiza.es

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