Deporte Balear

La plantilla del Palma Volley regresó anoche después de un duro fin de semana en Teruel con el sabor amargo del 2-0 encajado, sobre todo después de haber tenido en la mano el primer partido. Aún así, como ha demostrado a lo largo de la temporada, los jugadores no se rinden: «No estamos muertos y vamos al luchar hasta el último punto», asegura el capitán Marcos Dreyer. El capitán recuerda que «el que quiera llevarse un triunfo del Toni Pizà va a tener que sufrir mucho». De los dos primeros enfrentamientos ante el vigente campeón en este play off de semifinales, Dreyer afirma que «fue una lástima el primer partido, ganábamos cómodos el cuarto set, con seis puntos de ventaja, pero nos descontrolamos y no supimos parar su reacción». Ya el domingo, el central del Palma Volley confiesa que «estuvimos muy mal tanto en lo individual como en lo colectivo. Entramos muy confiados por el buen partido del sábado, pero no nos salió nada». Del rival destaca, aparte de los remates del opuesto Ibán Pérez, la labor del receptor «Batista, que hizo dos partidos muy buenos. El bloqueo del Teruel también estuvo a un gran nivel». Ahora hay que pasar página, borrar ese 2-0 de la mente y pensar en el partido trascendental del próximo viernes en el Toni Pizà. «Allí hemos vivido un gran ambiente y queremos que se repita en Palma. No hay excusa para que la gente venga», afirma Dreyer. Sa Indioteria «debe llenarse» como en las grandes citas. El tercer partido de la eliminatoria se disputará el viernes a las 20 horas y, si el Palma Volley gana, habrá un cuarto el sábado en el mismo escenario (16:30 h.).

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