Maxi Re como cabeza de turco, el vestuario no digiere el discurso de Rueda y las palabras de Moro, para quien tenga oidos

14 diciembre 2010 | Por Redacción | Categoria: 3ª División, Fútbol

La crisis abierta que desangra a la Peña Deportiva ha servido para que la directiva filtre interesada y torticeramente a Maxi Re como la cabeza de turco que calme la sed popular, mientras que los jugadores de la plantilla que vieron, leyeron y escucharon las palabras de Luis Rueda tras la derrota ante el Poblense se sintieron abandonados por quien debe ser su valedor, al igual que es recíprocamente. Y en mitad del marasmo verbal, las palabras del guardameta Moro, para quien tenga oidos y quiera oír.

Mal día para que cualquier voz de la Peña Deportiva hablase, justificase, diese la cara, arrogase la representación del club.
«El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura en este momento», respuesta habitual.
Pero hay algunos que no. Y en un número detallan que Maxi Re es la cabeza de turco elegida por la directiva para hacer de chico expiatorio, según contó un directivo esta mañana en un bar de la calle Sant Joan.
Y en otro número de teléfono de un jugador se palpa que las palabras de Rueda, acusatorias de la actuación de Romero, han caido mal en el núcleo de jugadores y que si en esta ocasión fue Romero mañana puede ser cualquier otro el acusado mientras el entrenador se limita a vendar su esfínter y responsabilizarse del desaguisado general ensalivando generosamente la intimidad directiva. Tomando partido por quien le paga, obviando a quien le obedece y le hará, o no, buen entrenador.
(Hoy, cuando te encierres con los jugadores en el vestuario les miras a los ojos y se lo justificas. Acuérdate que Romero y Re también tienen ojos).
Y mientras tanto Juan Marí y sus directivos, analizando y estudiando. Con las manos atadas. Secuestrados por la impotencia que supone la hipoteca económica. Sin cuajo para dar un golpe en la mesa, tino para cambiar el ruinoso rumbo deportivo de la entidad y pulso para actuar con la firmeza requerida.
Y mientras tanto las palabras de Carlos Moro, meta del equipo, se marchitarán como los epitafios en las lápidas de los cementerios. «En todos los equipos en los que estuve ha habido lesiones. No nos vale de excusa ni eso, ni el físico ni el campo ni ostias en vinagre. Tenemos que hacer todos un poquito más».

J.F.O.

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