Deporte Balear

Los clubes pitiusos de Tercera División, respecto a sus vecinos mallorquines, se las ven y se las desean para poder confeccionar sus equipos. Básicamente por dos razones. Primero, no sobran futbolistas, teniendo que buscar refuerzos en la península con el sobrecoste que esto conlleva -sueldo, piso, etc-. Y, en segundo lugar, los jugadores cobran bastante más. El resultado salta a la vista. Por poner un ejemplo, la Peña Deportiva, sin tener mejor equipo que rivales de Mallorca, es el conjunto de Tercera División más caro de Baleares, con 185.000 euros de presupuesto. Incluso, supera las partidas económicas de Constancia y Binissalem, escuadras que esta temporada competirán en Segunda División B. Ambas entidades, en el mejor de los casos, no llegan a los 100.000 euros.
Como dato curioso, apuntar que, para hacernos una idea de la realidad balompédica de la isla vecina, Mario Ormaechea, entrenador de la Peña, con tan sólo un cuarto de presupuesto de su plantel -el más bajo de la historia del club-, construiría un equipo campeón. Esta campaña, según periodistas mallorquines consultados por Fútbol Pitiuso, rivales como Llosetense, Campos, Santanyí, Manacor, Montuiri o Poblense parten con muchos números para ocupar los puestos de arriba. Resulta que estas escuadras, de media, cuentan con 45.000 euros de presupuesto. Cuando en Ibiza, en mayor o menor medida, cualquier futbolista se lleva unos 400 euros de promedio, en Mallorca, incluso en Menorca, los jugadores ni siquiera cobran. Y los que pillan algo, no perciben más de 150 o 200 euros.
Esta es la realidad del fútbol que se vive en Baleares. Las entidades de las Pitiusas soportan más gasto, además de, en muchas ocasiones, tener que conseguir trabajos para sus incorporaciones foráneas. Todo, sin contar con el pago de los alquileres de las viviendas, que también suma, a pesar de que algún que otro club se ahorra este concepto porque directivos disponen de apartamentos que ceden gratuitamente.
En Mallorca la oferta de futbolistas es bastante más amplia que en las Pitiusas. Además, allí, el que juega, tiene muy claro que no va a cobrar, que lo hará por gusto. No pasa lo mismo en Ibiza. Aquí el concepto es diferente. El negocio está montado de otra manera. La idea es bien sencilla: «Si me quieres juego, pero cobrando». Al final, por poco o mucho que se quiera pagar, los clubes tienen que hacerlo. No hay tutía. No sobran futbolistas que den el perfil para competir con ciertas garantías en el torneo balear. Es lo que hay.
Pero volvamos al tema de los presupuestos. No sólo la Peña Deportiva cuesta una pasta. El San Rafael también vale su dinero. Es el segundo equipo más caro de las Pitiusas, con 130.000 euros oficiales, a pesar de la importante reducción económica que ha experimentado debido a la crisis. En cuanto al Isleño, destacar que se desconoce lo que cuesta la primera plantilla. Esta redacción se puso en contacto con el club para averiguar este dato, pero desde Can Misses aseguraron que todavía no estaba cerrado el capítulo monetario y que cuando estuviera claro lo dirían. Aún así, en principio, el colectivo atlético podría tiene un precio que oscilaría entre 120.000 y 135.000 euros, siendo el tercer equipo pitiuso más caro.
Y por último, el Formentera. El bloque que esta temporada se estrena en Tercera División después de tres décadas en Regional, lo hará con un presupuesto de 120.000 euros, según ha declarado su presidente, Felip Portas. Los de la Pitiusa menor son el rival más barato de nuestros cuatro representantes.