Sacrificio, Modestia y Compromiso, gracias Marina por estar ahí.

4 marzo 2014 | Por Redacción | Categoria: Carta Abierta, Fútbol, Fútbol femenino
Marina Lorenzo Fuster

Uno de marzo de 2014, difícilmente olvidaré esta fecha, en la que el fútbol me mostró sus dos caras  más opuestas. Eran las 13:30 y estaba esperando a Marina Lorenzo Fuster , para dirigirnos a disputar un partido de fútbol.

Ella llegó y con… pañuelos en las manos y voz ronca me dijo: “he estado a punto de llamarte de que no venía” acto seguido se puso a toser, realmente estaba en un proceso gripal y por poco se mantenía en pie. Nos pusimos en marcha y conduje una hora y cuarto hasta Santa Ponsa, por el camino ella abrió unos tuppers y picoteó algo de comida, le pregunté si no había comido y ella me contestó que no había podido, porque había estado en la cama cogiendo fuerzas hasta el último minuto.
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Ya en el terreno de juego se la veía cansada, pero durante 85 minutos dio su máximo, hasta el punto, en el que su cuerpo le dijo basta, fue entonces cuando desde el banquillo vi cómo se desplomaba y su cuerpo caía al suelo sin ápice de reacción, empezamos a correr todos hacia ella y durante tres largos minutos permaneció en el suelo. Durante esos minutos atendida por varias personas del Santa Ponsa, (a las cuales les estaré agradecido de por vida por lo bien que supieron reaccionar) y que llegaron antes que nosotros al lugar donde estaba Marina, solo sabíamos que tenía pulso y que respiraba levemente, os puedo asegurar que esos momentos han sido los peores que me ha dado nuestro amado deporte.
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Unos minutos más tarde llegaron los médicos y aunque ella ya estaba consciente la metieron en la ambulancia y la llevaron a la Policlínica Miramar, para hacerle las pruebas necesarias para ver que todo estaba bien.
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Estando en la sala de espera y con tiempo para pensar, me di cuenta, de lo que había hecho esta niña por nuestro Club Esportiu Artà , para defender a un equipo en el que ella llegó de la mano de otra persona, y sin querer ella venir, ella sabe que no tenemos otra portera, y que nosotros la necesitamos, pero nadie la obliga a seguir, ella no quería jugar a fútbol este año, porque su vida cotidiana se lo hace casi imposible, tiene que cambiar horarios, coger trenes, movilizar a gente para que la vallan a buscar, volver a partir al trabajo sin poder quedarse a comer con el equipo, etc, etc., pero todo eso a ella no le importa, porque por encima de todo están sus valores,  ella se comprometió a principio de temporada con sus compañeras y hace lo imposible hasta el punto de poner su vida en peligro para no dejar en la estacada a sus compañeras y a toda la gente que trabajamos para el equipo.
Estando ya en la habitación de urgencias con ella, mientras esperábamos al doctor, empecé a ver por Facebook imágenes de gente disfrazada, entonces levanté la cabeza y la vi a ella allí tumbada muerta de frío y pensé: “mientras tú estás aquí tumbada, mucha otra gente, que en su día se comprometió como tú con un equipo y al que ya ha dado la espalda, estarán de fiesta” (que injusta es la vida).
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Una vez le dieron el alta y ya de camino a casa, ella se dio cuenta de que yo estaba afectado por lo que había pasado, y en varias ocasiones intentó quitarle importancia al asunto para hacerme sentir mejor, esa es otra de sus virtudes, no conoce el egoísmo. Cuando estábamos llegando a Cala Ratjada en lugar de pensar en todo lo que le había sucedido y en que sus padres podían estar preocupados me dejó otra perla: “la semana que viene trabajo en el turno de mañana, ¿a qué hora y contra quien jugamos?” yo no daba crédito a mis oídos, después de todo lo que le había pasado y ella seguía pensando en el equipo, le contesté: “olvídate de la semana que viene, ponte bien y ya hablaremos” y ella sonriendo me contestó: “de aquí a la semana que viene ya estaré bien, cuenta conmigo” nos despedimos, la dejé en la puerta de su casa y me fui.
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No creo que mucha gente lea todo este escrito hasta el final, y muchos de los que lo lean no verán lo más bonito que me dio todo lo ocurrido en un día de futbol.  Ayer vi en una jugadora valores, que cualquier jugador, entrenador, directivo, etc , etc, debería tener en cuenta cada principio de temporada al decidir comprometerse con otras personas, porque por encima de todo, deberíamos pensar que, aunque nosotros no lo creamos, un equipo necesita cada eslabón de la cadena para poder hacer fuerza todos juntos hasta llegar al final temporada, y que si solo uno de ellos falla, los demás se ven afectados.
Sacrificio, Modestia y Compromiso, gracias Marina por estar ahí.

Informa: DeporteBalear.com. Fuente: Kiko Murillo C.E. Arta

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