Deporte Balear

El equipo, que competirá en Primera Balear Autonómica, ha realizado esta mañana su primer entrenamiento de pretremporada. Tres jugadores se incorporan a un proyecto que mantiene el núcleo fuerte de años atrás. Andrés Rodríguez seguirá al frente del equipo una temporada más. “Arrancamos una temporada llena de retos y cargados de ilusión”, asegura el entrenador.

Se acabaron las vacaciones. El juvenil del Urbia Voley Palma ya está en marcha. De hecho, el equipo ha completado esta mañana en el Polideportivo Germans Escalas (Palma) su primer entrenamiento de pretemporada. Arranca así el curso para un equipo que mantiene su núcleo fuerte de jugadores y que, a la vez, ha dado la bienvenida a tres nuevos componentes. Se trata de Toni de la Rosa, opuesto procedente del Club Voleibol Portol; Miguel Reboredo, receptor que proviene también del Club Voleibol Portol y Raúl Limones, un central que la última temporada jugó en el Rafal Vell.

Dónde no habrá cambios es en el banquillo. Andrés Rodríguez Sastre seguirá, un año más, al frente del equipo que competirá en Primera Balear Autonómica. “Arranca una temporada llena de retos y objetivos muy ilusionantes para todos. El curso pasado fue el primero del equipo juvenil compitiendo contra jugadores con una edad mayor considerable y por eso sufrimos tanto. La  experiencia siempre es una ventaja a favor”, reconoce el técnico.

Pese a la diferencia de edad respecto a sus rivales, el equipo afronta la nueva temporada con la ilusión de hacerlo bien y preparar de la mejor forma posible la Copa de España juvenil o el Campeonato de Mallorca, entre otros torneos. En este sentido, Andrés Rodríguez asegura que “las nuevas incorporaciones nos aportaran versatilidad en nuestro sistema de juego. Además, el equipo podrá empezar a trabajar con la ventaja de tener un año de experiencia en la categoría. Queremos que nuestro nivel de juego vaya mejorando a lo largo de la temporada. Queremos encontrar nuestra propia idea de juego en cada partido”.

A nivel personal, el técnico reconoce que “entrenar este equipo supone un gran reto cada temporada. Llevamos 6 años trabajando con el mismo grupo de jugadores y eso significa que es importante ir formándose y reinventándose. El grupo evoluciona continuamente y eso te obliga a mantener e incrementar el nivel de compromiso y trabajo dentro del equipo. Por suerte, hemos logrado formar una pequeña gran familia dentro del equipo lo que supone un punto de ventaja a la hora de afrontar los momentos complicados de la temporada”.

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