Deporte Balear

El Mallorca empieza su particular cuesta de enero ante un Barcelona que bate récords estadísticos

RICARD CABOT. PALMA. David contra Goliat. Y nunca mejor dicho. Una misión prácticamente imposible para el Mallorca en su visita al mejor Barcelona de los últimos años. Al equipo que más puntos ha alcanzado en la historia de la Liga, 41, en la decimosexta jornada.
El equipo de Manzano acude a esta cita deprimido, consciente de que visita el matadero y, por lo tanto, a intentar evitar una goleada que le hunda todavía más, no sólo en la clasificación sino también en la moral. Con catorce puntos en dieciséis jornadas, el Mallorca no gana lejos del Ono Estadi desde el pasado 28 de septiembre, cuando venció 1-2 al Racing de Santander. Es decir, sólo ha sumado un triunfo como visitante, pero además, no gana un partido de Liga desde finales de octubre (3-0 al Espanyol). De los últimos ocho encuentros ha sumado 3 de los 24 puntos en juego. Unos números que no invitan precisamente al optimismo.
Manzano recurrirá a la táctica que empleó ante el Sevilla y que, al menos, le reportó un punto que le sirvió para salir de la zona de descenso. Por ello no sería de extrañar que repitiera la alineación, con Scaloni otra vez en el centro del campo y con Mario y Martí en el doble pivote para dificultar los movimientos de los jugadores más clarividentes del rival. Arango jugaría de media punta y Aduriz como único delantero nato.
Quedan dos incógnitas por despejar. Quién acompañará a Nunes en el centro de la defensa después que David Navarro haya cumplido su partido de sanción. Y quién estará bajo los palos. Todo apunta a que será Lux para que Aouate debute el jueves ante el Almería en la Copa del Rey.
A favor del Mallorca, que los grandes se suelen relajar en el primer partido después de las fiestas navideñas, y más ante rivales de menor enjundia. Otro motivo que puede jugar a favor de los intereses rojillos es la motivación con la que saldrán los jugadores. Lógicamente no es lo mismo enfrentarse al Barcelona, y más en el Camp Nou, que ante el Recreativo de Huelva, por poner un ejemplo. Las ganas de agradar en un partido que será presenciado por millones de personas siempre supone un plus del que se puede sacar rentabilidad.
Pero no hay que llevarse a engaño. Con Guardiola en el banquillo se hace muy difícil pensar que los jugadores del Barça saldrán relajados. Precisamente el mérito del equipo azulgrana es que juega igual de motivado ante el Real Madrid que ante el más modesto de los equipos de Primera. No hay término medio con el joven entrenador azulgrana, que dará descanso a Messi pensando en el partido de Copa del próximo martes ante el Atlético de Madrid y que recurrirá a Iniesta, que reaparecerá después de dos meses de baja.
Si el Barça se toma el partido mínimamente en serio el Mallorca puede pasar un calvario. Si evita hacer daño al rival, el equipo de Manzano saldrá herido pero pensando ya en el Real Madrid, el tercero de los rivales de postín de forma consecutiva. Un rival más asequible que el de esta noche.

Informa:deportebalear.com /fuente:diariodemallorca.es

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