Deporte Balear

El venezolano, protagonista para lo bueno y para lo malo, maquilló con un golazo su peor temporada

Genial, ausente, brillante, indolente… todo eso es Fernando Arango, el hombre cuya apatía en el terreno de juego es casi tan llamativa como sus goles. A lo largo de las cinco temporadas en las que ha vestido la camiseta bermellona, el venezolano siempre ha estado en el centro del debate. Ya fuera para ponerle en lo alto de un pedestal como para empujarle a la jaula de los leones. Este año las críticas le han llovido con especial virulencia. Sus ausencias han sido más largas de lo acostumbrado y sus genialidades han aparecido muy esporádicamente.
El soberbio gol que anotó el domingo ante el Sporting ha convertido al delantero en el protagonista de la actualidad deportiva mallorquinista. Pero ¿alguna vez ha tenido un papel secundario en este equipo? El fútbol no tiene memoria y Arango lo sabe muy bien. Los cuarenta goles que ha marcado en el Mallorca a lo largo de 301 partidos no han evitado el permanente cuestionamiento al que se ha visto sometido el venezolano desde que se abriera el telón de la Liga. Pero el deporte rey tampoco tiene término medio y el magnífico gol ha significado su reconversión de villano en héroe, ha transformado las críticas en elogios y ya se anuncia el regreso de la mejor versión del venezolano.
«Hace dos años que me critican. Esta temporada no estoy al nivel que se esperaba de mí, estoy jugando regular. Pero el equipo ha mejorado esta segunda vuelta y espero estar mejor yo también», dijo ayer el venezolano. «Se me puede criticar a mí y a cualquier futbolista. Pero hay que entender que tenemos un rival enfrente que también juega y que pone las cosas difíciles», añadió el rojillo.
Lo cierto es que hasta que coló el balón por la escuadra de Lafuente, Arango apenas había dejado algunos destellos de su calidad. Los tres goles que lleva marcados esta campaña saben a poco y su escasa implicación en los partidos en los que el Mallorca se jugaba la vida le ha puesto en el ojo del huracán. «Algunas veces no salen las cosas o tienes un mal día. Cada uno de los jugadores tiene algún mal día. Me irían bien más goles en la situación que estamos, no sólo para mí sino para todo el equipo», reconoció el delantero.
Pero a diferencia de sus compañeros, el venezolano no ha tenido que purgar sus pecados en el banquillo, salvo en muy contadas ocasiones. Gregorio Manzano le tiene una confianza ciega. Sabe que en una plantilla en la que no sobra la calidad, el venezolano es el único futbolista capaz de desequilibrar un partido, como sucedió en El Molinón. Tampoco hay un recambio de garantías para que ocupe su posición.
Cada partido supone un examen semanal para los futbolistas, pero Arango está obligado a sacar siempre la nota más alta. Su sueldo -es el futbolista mejor pagado de la plantilla- y las extraordinarias condiciones técnicas que reúne le obligan a ello. Queda por saber si el gol del pasado domingo fue otro destello aislado o el síntoma de una recuperación a largo plazo. El partido de vuelta de las semifinales de la Copa ante el Barcelona supondrá otro duro examen si Manzano le da minutos. «Será complicado, pero buscamos la final. Si les presionamos arriba tendrán dificultades y les podemos hacer daño», subrayó el delantero.
Arango, el futbolista desbordante que resuelve los partidos a golpe de genialidad, cumple su quinta temporada con el conjunto mallorquista y no parece que las críticas hayan hecho mella en él. «Estoy contento en la isla. Aquí me recibieron muy bien y espero seguir por mucho más tiempo», aseguró el sudamericano.

Informa: Deporte Balear //fuente: diariodemallorca.es

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