El fútbol y Avellaneda

28 septiembre 2009 | Por Redacción | Categoria: Fútbol

balonUna jornada, la primera de la Liga Regional, ha servido como termómetro para apreciar que el Ibiza es el equipo que tiene más tirón social.
No vale el argumento de que la entrada era gratuita para desbaratar que cuatrocientos aficionados estuvieron en Can Misses.
Da igual que el equipo tenga la deuda que tiene, que no haya jugadores ibicencos en sus filas, que su destino sea regido por italianos y que en la Seguridad Social o en los juzgados haya constancia de deudas y denuncias contra el club. Cuatrocientos aficionados, hoy posiblemente llamados por la curiosidad y el morbo, pero fueron al campo.
Si en los próximos partidos el equipo gana, el público ocupará la grada. Antonio Stinà lo tiene claro desde hace tiempo: quiere el campo lleno y para ello sabe que tiene que poner en el terreno de juego once jugadores que ganen partidos y, si es posible, que jueguen bien.
El postulado es válido para cualquier categoría. El hecho de que ni uno sólo de los aficionados pueda recitar de carrerilla una alineación donde no hay Marí, Torres, Serra o Escandell es sólo un argumento demagógico cuando se pierden los partidos.
El fútbol es así en todos los lugares, en todas las categorías.
No lo es para el conseller de Deportes, Mario Avellaneda, al que no le gusta el fútbol y no se siente en la obligación de protegerlo.Tampoco le gusta que el ahora Palacio de Congresos de baloncesto femenino esté compuesto por jugadoras mayoritariamente foráneas.
En esta corriente es razonable pensar que a Avellaneda no le gusta ni el deporte, excepción hecha según las hemerotecas, de un caballo trotón. Será porque los relinchos de los trotones se pueden interpretar unilateralmente como signos de aprobación y las coces como rechazo.
Extraña trayectoria de un conseller al que no le gustan algunos hijos de su consellería, bastardos. Habría que preguntarle a los futbolistas o a los deportistas si les gusta la gestión, la ideología del conseller que ocupa plaza, despacho y tiene nómina a cargo del erario público.
Es inexplicable, o no, la presencia de Avellaneda en su cargo cuando si por algo se ha significado el presidente del Consell ha sido por su inclinación al deporte. Y Avellaneda, procedente del deporte activo, se permite discriminar a practicantes de una u otra modalidad.
Es lo que votaron, es lo que hay y lo que toca sufrir.

Futbolín

Informa: Deporte Balear fuente    futbolpitiuso

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