Deporte Balear

El ViveMenorca también dedicará el partido frente al Melilla al Club Vidalba, una asociación especialmente vinculada al club menorquín que posee incluso un equipo de baloncesto ligado a la entidad.

El club que preside Benito Reynés está especialmente sensibilizado para desarrollar una labor de concienciación social y por ello ha llegado a un acuerdo con El Club Vidalba para promocionar la integración de discapacitados en el partido frente al Melilla que se disputará en el ‘Pavelló’ Menorca el próximo domingo a partir de las 12:15 horas.

Esta actividad está encuadrada dentro de un programa social auspiciado por La ‘Fundació’ Menorca Básquet que pretende brindar a las entidades solidarias una plataforma de difusión y promoción de sus actividades y objeto social ofreciendo actividades lúdicas para sus integrantes y captando relevancia social y mediática para sus causas.

QUE ES EL CLUB VIDALBA
El Club Vidalba nació hace doce años y lo hizo a través de un grupo de personas que estaban alrededor de la Delegación de la Federación de Deportes para Discapacitados. Finalizamos los programas que esta delegación había iniciado nos propusimos generar nuevos proyectos a partir de nuestra constitución como club deportivo, con el objetivo de ofrecer actividades deportivas para personas con discapacidad. En total son más de doce años de experiencia.

Es por esto que podemos decir que nuestra experiencia nos muestra que se pueden organizar muchas actividades para personas con capacidades limitadas y lo que es más importante: junto con ellas. Que casi se puede hacer de todo. Que sólo hace falta un poco de voluntad y saber que, todos, ellos y nosotros, tenemos unas limitaciones. Que entre las posibilidades y las limitaciones hay un abanico muy amplio para poder actuar.

Ahora bien, esto no es todo lo que necesitan. Ellos, como el resto de personas, reclaman vivir la vida en compañía, con cariño. Ellos, como nosotros, saben cuando son queridos, cuando hacen estorbo, cuando disfrutan. Saben si están contentos o tristes. Saben si quieren charlar con alguien o quieren callar. Saben lo que quieren de la vida!

Así, en algunas de nuestras actividades, hemos conseguido crear el clima de una familia muy grande, donde se viven y comentan el momentos compartidos. Con momentos buenos y momentos malos…

Estamos plenamente convencidos de que para el buen desarrollo personal un aspecto fundamental es sentirse plenamente aceptado. El Club Vidalba existe y trabaja gracias a la presencia de personas que, sin ánimo de lucro, dedican su tiempo y sus conocimientos a un colectivo de personas con discapacidad mediante las actividades especificadas: Los voluntarios.

Hoy se habla mucho de integración. Programas de integración en la escuela. Programas de inserción laboral … Políticos, profesionales, familia, entidades diversas, etc. En todos los
ambitos se habla de integración. No es aquí donde tenemos que discutir la bondad de lo que se hace en nombre de la integración (aunque posiblemente sería mejor hablar de socialización), pero sí constatar algunas de las consideraciones
filosóficas que implícitamente llevan las actividades de Vidalba. En primer lugar debemos considerar que la integración nunca puede ser forzada. Debe haber una aceptación implícita de la parte que acoge las personas con capacidades limitadas. Bastará echar un vistazo y mirar con quien desayunan los chicos en el patio de las escuelas, en que actividades deportivas participan, qué hacen cuando salen del trabajo, etc. Eso nos demuestra que el camino es largo,
muy largo.

También debemos saber que la integración depende también de otros factores. Uno de ellos es la discapacidad y con ella las capacidades que aún así puede desarrollar la persona. Otro es la edad. En cada edad las posibilidades de socialización y necesidades personales varían. En la etapa infantil se puede superar con relativa facilidad las diferencias con el resto de compañeros: pintan, juegan … pero a medida que pasan los años cuesta más mantener esta relación. Las diferencias se hacen más patentes. En la etapa de pubertad la cosa se complica, salen nuevas necesidades. La ruptura con los demás miembros de la sociedad es ya irreversible. De ahora en adelante los programas sociales son específicamente para ellos. La familia, generalmente, responde con una sobreprotección; posiblemente para intentar compensar el sufrimiento que implica sentirse
excluidos.

La Administración pone a su disposición una serie de medidas, programas y servicios, para paliar la discriminación. Para nosotros, el Club Vidalba, esto no es lo único que hace falta. Todo es mucho más complejo. Hay que trabajar para que las personas con discapacidad sean tenidas en cuenta en todo lo referente a la sociedad, a la vez que se debe hacer un trabajo individualizado para intentar que, dentro de sus carencias, puedan participar al máximo de las decisiones de lo que debe ser su vida.

Hay que trabajar para que puedan entender que hay cosas muy agradables y otras cosas que hacen daño. Que no es necesario ver la televisión, si lo que ves no te gusta, ni tener un buen coche si no tienes alguien que te lleve a pasear. Toda persona discapacitada, también necesita espacios donde desarrollar las actividades cotidianas y, si es posible, con gente amiga. Nuestra experiencia nos muestra que se pueden hacer muchas actividades para personas con discapacidad y contanto con ellas. Casi se puede hacer todo: terapia para quienes la necesitan, clases especiales, juegos, etc. Cualquier cosa que podamos hacer nosotros, que también $tenemos nuestras propias limitaciones. Ahora bien, esto no es todo lo que necesitan. Ellos, como el resto de personas, necesitan vivir la vida en compañía, con cariño. Ellos, en definitiva, necesitan también espacios donde compartir cosas, ya sean pequeñez o grandes problemas.

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