Deporte Balear

El domingo 8 de mayo se celebra el Día del Recuerdo de los Caídos por Israel y el portero ha comunicado al Mallorca que no podrá jugar – El club estudia pedir a la Liga que fije el partido contra los castellonenses el sábado o el lunes

JAUME BAUZÀ. PALMA El mallorquinismo espera con ansiedad la visita del Villarreal a Son Moix porque huele a venganza, pero la presencia de Dudu Aouate está seriamente comprometida. El domingo 8 de mayo se celebra el Día del Recuerdo de los Caídos por Israel (Yom Hazikaron), una festividad incluso más importante que el Yom Kipur. El guardameta israelí ya ha comunicado al club que si el encuentro contra los castellonenses coincide con la solemne jornada no se pondrá bajo los palos. El club estudia adelantarse a los acontecimientos y pedir a la Liga de Fútbol Profesional que fije el encuentro el sábado o el lunes.
Israel se paraliza en el Yom Hazikaron para recordar a sus muertos en conflictos bélicos y atentados terroristas, tanto civiles como militares, y está muy mal visto trabajar y hacer deporte. La jornada se llenará de solemnes actos nacionales y programas de radio y televisión en los cuales se homenajea a los caídos y se recuerdan sus vidas con testimonios de parientes y allegados. Los cementerios son puntos de peregrinación de los israelíes y todo el día se vive en medio de un ambiente de tristeza y exaltación patriótica. Durante un minuto suena una sirena y el país se para.
Tal es la importancia de la festividad que el Macabi de Tel Aviv de baloncesto ha anunciado que no jugará la final de la Euroliga, que se celebra el 8 de mayo, en caso de clasificarse. Hace 20 años el conjunto israelí la jugó y sufrió un daño irreparable a su imagen en su país. Medios de Israel ya han advertido de que es preferible que el Macabi se deje perder en la semifinal antes que jugar la final.
No es la primera vez que Aouate debe elegir entre el deporte y las celebraciones que marca el calendario israelí. El Yom Kipur (Día del Perdón) le impidió ponerse bajo los palos frente a Osasuna en la primera vuelta de esta temporada.
A diferencia del Yom Hazikaron, el Yom Kipur es una celebración religiosa. La comida, la bebida y las relaciones sexuales están prohibidas. Tampoco se puede escuchar la radio, mirar la televisión o atender el teléfono. Son 24 horas dedicadas a la oración y a la reflexión para salir convertido en mejor persona.
El Mallorca ha tenido que aceptar estas condiciones y Aouate ha podido compaginar fe y deporte. Pero no siempre fue así. En 2006, cuando jugaba con el Deportivo, jugó un partido justo antes de que empezara el Yom Kipur y aquello le costó una petición de expulsión de la selección por parte de un partido ultraortodoxo. “Estoy en España, no en Israel. Debo respetar al club donde trabajo y a mis compañeros”, dijo entonces el guardameta. (diariodemallorca)

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