Deporte Balear

Una lista negra ha vuelto a remover la mierda que hay en este deporte. Porque mierda, hay, como en todos los deportes de resistencia. Siempre habrá alguien dispuesto a hacer algo extra no legal para conseguir un puntito más. Sea correr más rápido, esprintar más fuerte, nadar mejor o golpear la pelota con más fuerza. Mientras seamos humanos, siempre habrá alguien débil y no deberíamos escandalizarnos por eso ni acusar a todo el mundo de tramposo.

Hace unos años, cuando empecé a correr pensaba que sólo aquellos que daban positivo se dopaban. Con el tiempo, teniendo en cuenta que si los humanos son capaces de inyectarse cualquier sustancia en el gimnasio para estar más guapos también lo pueden hacer para ganar una carrera, y tras comprobar lo barato que resulta el doping, mi punto de vista cambió. Tras haber dejado la bici durante una semana decidí que lo que hicieran los demás no me importa. Me gusta demasiado como para que me influyan estas cosas. Para mí no hay nada mejor que sentir el cansancio del entrenamiento y la sensación de rodar en pelotón, y por tanto, no iba a parar de hacerlo. Es más, no puedo. Una semana sin sufrimiento y me vuelvo loco, me estreso. No puedo.

En el tema del dopaje en el ciclismo, podríamos decir sin equivocarnos que nos encontramos ante el momento en el que menos dopaje hay en el mundo profesional. Otra cosa es que la prensa hace que parezca todo lo contrario. Diferente sería la situación en el pelotón aficionado, en el que una mayor información y la posibilidad de comprar por Internet hacen que probablemente nos encontremos ante el peor momento. Por ejemplo, hablando de la prensa, un diario mallorquín, que no suele dar los resultados de las carreras ciclistas, sí publica una lista con tres nombres y hablando del dopaje del “pelotón mallorquín”. Pelotón al que casi ignora el resto del año.

De los tres nombres conozco al señor A y al señor V y no sé quien es el señor M. Me da igual si han comprado aspirinas o eritropoyetina. Simplemente desearía un ciclismo más que limpio. Una cosa son los profesionales, o los élites de verdad, que pueden llegar a usar vitaminas, hierro, sueros inyectados y cualquier otra sustancia legal, y otra son las carreras de pueblo que corremos aquí. Porque no me parece normal saber de algunos que gustan de ir al baño o meterse en la furgoneta aunque solo sea para inyectarse “bicarbonato”. Tampoco me gusta escuchar a quienes dicen que “todos hemos comprado” o a quienes dicen que “es que las aspirinas de Andorra son mejores porque llevan vitamina C” como he escuchado este fin de semana. Corremos carreras de pueblo, nada más. Eso sí, cada uno hace lo que quiere, tanto si es legal como no. Yo seguiré haciendo lo que más me gusta, que es divertirme encima de la bici.

Xesc Artigues

Informa: Deporte Balear fuente: balearbike

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