Deporte Balear

Veo en mi mente una infinidad de ocasiones en las que me hallaba sentado en las gradas junto a mi equipo y veía como un compañero o compañera subían a lo más alto y sonaba para ellos el himno. Siempre pensaba en esos momentos:

“¡Cuánto me gustaría estar oyendo el himno para mí!”

He vivido muchos años con ese anhelo, y cuando comencé a lograrlo en el 2007, ya no he podido quitarme de dentro esa sensación de ansia, de ilusión y esperanza por volver a oírlo.

Es un momento en el que se mezclan la satisfacción personal, la satisfacción compartida con tu equipo, el orgullo de pertenencia a un equipo y un país, la gratitud a la gente que te ha permitido llegar, el descanso de la larga lucha durante toda la temporada…., bueno, son muchísimas sensaciones comprimidas en un minuto.

Pero para llegar hasta ese punto, primero hubo que soñarlo. Tuve que verme en ese punto del podium, sentir la medalla, oír el himno en mi cabeza, los aplausos y todas las sensaciones que podrían acompañarlos.

Tras ver todo eso, y desearlo con toda mi alma, pasas a la siguiente fase, planificar de forma precisa cómo lo harás.

Cambias tu alimentación, cambias tus hábitos de “entrenamiento invisible”, es decir, sueño, horas de descanso, higiene, y un largo etcétera.

A partir de ahí, involucras a todas las personas que están a tu alrededor para que crean en ese sueño, y si no lo hacen, simplemente vas actuando para demostrar que es posible.

Una vez hecho todo eso, empieza la verdadera preparación, enfrentarte al día a día.

El qué haces en cada situación, qué piensas con respecto a cada cosa que te ocurre, con quién te relacionas, qué lees, qué ves, qué escuchas, es decir, cambias tu alimentación mental.

Con todo eso, mantienes la determinación de llegar a tu objetivo, con flexibilidad y mucha paciencia, y ya estás listo para emprender el camino hacia tu sueño.

Y cuando empiezas a lograrlo de forma repetida, siempre, siempre, he debido tener presente que al igual que yo he crecido y alcanzado grandes resultados, no me puedo descuidar, ya que todos los demás sueñan con lo mismo, oír su himno.

Busca tu sueño, tenlo claro en tu mente, y persigue alcanzarlo.

Gracias a todos de nuevo

Buena suerte para mañana

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