Michael Laudrup: la mejor manera de hundir a tu propia plantilla

3 septiembre 2011 | Por Redacción | Categoria: 1ª División, Fútbol
Michael Laudrup

Tengo ya la suficiente experiencia siguiendo al Mallorca como para poder juzgar con perspectiva, y aunque seguramente la mayoría de vosotros no lo ha vivido, no es la primera vez que se producen incidentes de esta naturaleza en el club. En épocas anteriores también ha habido veranos turbulentos, y con la única excepción del año en el que Manzano le cantó las cuarenta a Martí Asensio, siempre que ha pasado algo así la temporada ha acabado con el equipo en Segunda División.

El Real Club Deportivo Mallorca es una entidad con 95 años de historia que está por encima de entrenadores, futbolistas o presidentes. Hoy se ha atentado seriamente contra su estructura y quiero ver hasta dónde alcanzan los daños. Pero más que nunca es necesario cerrar filas y defender su futuro. Perder la Primera División no sólo sería un drama deportivo, sino que desataría un desastre económico que podría llevar al club a la desaparición.

He soltado esta parrafada porque ahora nos vamos a encontrar en un callejón sin salida, y o se une todo el club o esto se va al garete. El Mallorca no puede despedir a Michael Laudrup de momento porque los administradores concursales no se lo permitirían y ha quedado muy claro que Michael Laudrup no tiene ninguna intención de presentar la dimisión porque quiere cobrar los 700.000 euros que firmó el pasado verano. Dicho esto, sólo cabe una solución: que por el bien del Mallorca las dos partes se soporten lo mejor que puedan, se llegue al próximo 30 de mayo con el equipo salvado y luego cada uno tire por su lado. Otra cosa es que los resultados obliguen a tomar decisiones drásticas, pero este escenario no quiero ni planteármelo.

Yo no sé cómo va a entrar hoy en el vestuario Michael Laudrup y cómo va a poder mirar a sus jugadores a la cara. Ayer les llamó poco menos que inútiles. Tampoco sé qué les va a decir en el descanso del próximo partido que vayan perdiendo 1-0 después de manifestar que se siente incapaz de remontar un resultado en contra. Más allá de cuál sea su relación con Serra Ferrer, Michael Laudrup ha arrojado piedras contra su propio tejado y ha debilitado la autoestima de su propio grupo. Porque estos futbolistas serán buenos o malos, pero es lo que tiene el Mallorca y con ellos hay que mantener la Primera División. No se me ocurre peor modo de comenzar una temporada.

Hoy me he prometido a mí mismo tratar de no arrojar más leña al fuego porque la situación ya está suficientemente incendiada. Si el Mallorca no estuviera concursado o Laudrup tuviera dignidad ahora estaríamos hablando de su sustituto. Pero como no sucede ni una cosa ni la otra y con él hay que tirar hasta que sea evidente que ya no se puede más, me parece absurdo pedir que se tomen medidas. Serra Ferrer tuvo que haber hecho lo que fuera necesario al final del partido de la última jornada ante el Atlético, el mismo día en el que un equipo al que le basta el empate para mantenerse recibe dos goles en los primeros veinte minutos y no hace ni una sola falta hasta pasada la media hora. Pero no se dio ese paso entonces, y ahora es imposible ni siquiera plantearlo.

Muchos me preguntáis si tengo algo personal contra Michael Laudrup. Podéis creerme si os digo que no. En absoluto. Es más, Laudrup nació como yo en 1964, y toda nuestra generación creció futbolísticamente tomando como referencia a Marco Van Basten (que también es del 64) y a él. También he oído que yo critico a Laudrup porque no da entrevistas personales salvo en su propio despacho de la Ciudad Deportiva. También es falso. Los que me seguís en la radio creo que os habréis dado cuenta de que en muy rara ocasión entrevisto a futbolistas o entrenadores. La única excepción es Luis Aragonés porque siempre tiene algo interesante que decir. El resto, si puedo prefiero evitarlo, porque al final siempre son los mismos tópicos. Y al menos a mí, me aburren. No. Para mí además hubiera sido muy sencillo establecer una relación cordial con Laudrup, porque su segundo entrenador, Miguel Angel Nadal, es una persona con la que tengo desde hace años una conexión muy especial. De eso también os habréis dado cuenta los que me seguís en la Cope. De hecho, algún problema he tenido con Miguel Angel por culpa de Laudrup.

Cuando el Mallorca fichó a Michael Laudrup en el verano del año 2010 me pareció un fantástico acierto (ahí está la hemeroteca para demostrarlo). Incluso aplaudí que se le firmara un contrato por dos años. Su imagen era extraordinaria, un puntazo para el club, y además pintaba bien como entrenador. Poco más de un año después, me cuesta mucho recordar en el Mallorca un entrenador peor que Michael Laudrup. Y cada día que pase, cada cosa que hace y cada acción que propone, no hace sino reforzar mi creencia.

Aquí me quedo. No quiero seguir aunque el cuerpo me pide que desmonte una tras otra todas sus mentiras. ¿Cómo puede pedir implicación en los fichajes un tipo que durante un mes no contesta ni a una sola de las llamadas que recibe desde el club? ¿Cómo puede decir que el fichaje de De Guzmán es suyo cuando Serra Ferrer ya ofreció por él 10 millones de euros al Feyenoord cuando entrenaba al Betis? ¿Cómo se atreve a pedir que se traspase a De Guzmán el 15 de agosto cuando la oferta del Villarreal era entonces de sólo cuatro millones de euros? ¿En qué cabeza cabe que le pida al Mallorca que le fiche a Granero, un jugador con un salario de tres millones de euros libres de impuestos? ¿Por qué le monta un pollo a Serra Ferrer por el fichaje de Zuiverloon y él intenta imponer a Diogo, jugador por cierto que a día de hoy está sin equipo?

Sí. Es cierto lo que dice Laudrup. El Mallorca tenía dinero para fichar a futbolistas. Hoy podría estar aquí Diogo. Incluso Granero o Parejo, gastando todo lo que había en caja. Hasta Giovanni o Gyan, que dependían sólo de que se aceptaran las condiciones que pedían. Pero por culpa de políticas como esa el club está ahora en concurso de acreedores. Yo sinceramente prefiero una política de austeridad y de contención, porque no olvidemos que el concurso de acreedores sólo se puede convocar una vez. El siguiente paso es la desaparición del club. Algo que, estoy totalmente seguro, a Laudrup ni le va ni le viene.

Por supuesto que se han cometido errores. Si Ogunjimi se queda sin tránsfer será una metida de pata mayúscula (aunque yo sigo confiando en la habilidad de Pedro Terrasa), y seguramente si el verano volviera a comenzar se harían las cosas de un modo muy distinto, quizás yendo a buscar desde el principio a jugadores más adecuados con las posibilidades del Mallorca y no soñar con Gyan, Giovanni o Muntari. Pero lo que ha hecho Serra Ferrer es tratar de darle al entrenador el mejor equipo posible sin comprometer el futuro económico del club, y por encima de que haya salido bien o mal, me parece que ese es el único camino que el Mallorca debe seguir de ahora en adelante. Quizás eso no lo entienda Laudrup, que hoy está aquí y mañana se irá a Dinamarca, pero la supervivencia del club depende de que sea capaz de pagar su deuda, no de incrementarla. Lo que debería haber hecho Laudrup es expresar su descontento en privado, nunca en público, y desde luego de ninguna manera minusvalorando a sus propios jugadores. Y si no quedaba satisfecho, lo tenía muy fácil. Con presentar la dimisión estaba todo arreglado. Pero se ve que poderoso caballero es don dinero.

P.D. En cuanto a la licencia de Ogunjimi, la FIFA emitirá un veredicto definitivo el próximo lunes.

 

Informa: Deporte Balear  fuente:    futbol desde mallorca.com

 

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