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laudrup, tremendo error en el cambio ¿tiene la culpa Llorenç Serra?

Fundamentalmente existen dos motivos por los que NUNCA debes hacer un cambio cuando el contrario va a ejecutar una estrategia ofensiva. Primero, porque tus jugadores pueden perder la concentración; segundo, porque en el momento en el que el nuevo futbolista pisa el campo el adversario ya puede sacar la falta o el córner, por lo que es casi imposible que llegue a tiempo al área, y eso significa que defiendes con uno menos. De hecho, creo que eso es algo que ni siquiera se enseña en el curso de entrenadores porque es una obviedad. Pero se ve que para Laudrup no tiene importancia ese detalle. Al Betis, desde luego, le ha venido muy bien.

Tampoco tenía ninguna importancia que el partido se jugara a las doce del mediodía. No valía la pena celebrar ni un solo entreno a esa hora, a pesar de que el Betis los programara todos concidiendo con el horario oficial. Supongo que eso no habrá tenido nada que ver en el hecho de que en la segunda parte el Betis se haya comido al Mallorca físicamente, hasta el punto de que si no llega a ser por Aouate, que ha estado magnífico salvo en la jugada del gol, ha podido marcar varios goles (y eso sin hablar de la jugada en la que ha estrellado tres veces el balón en el poste). Es cierto que en la segunda parte N’Sué ha tenido uno muy claro, pero si comparamos el número de ocasiones de unos y de otros creo que no ha habido color. Y ojo. El Betis es todo ilusión, pero calidad justita, sobre todo arriba, donde Jorge Molina ha demostrado la diferencia que hay entre meter goles en Segunda o hacerlo en Primera.

Seguimos viendo a Tejera y a Alfaro en las bandas, donde es imposible que demuestren la calidad que tienen porque ni uno ni otro están habituados a jugar allí ni tienen condiciones para hacerlo, y desde el banquillo el mensaje de ambición que se ha dado durante el partido ha sido absoluto. Mientras el Betis metía en el campo a toda la pólvora que tenía, el Mallorca iba quitándola. Víctor, que creo que es delantero, no ha jugado ni un solo minuto, y el japonés Aki, que ahora parece que está en la lista negra de Laudrup, se ha quedado en la grada.

Es muy difícil que un entrenador gane un partido porque eso depende de los jugadores, pero es muy fácil que lo pierda. Con su cambio en el momento en el que el contrario iba a sacar un córner Laudrup ha demostrado cómo hacerlo. (TM.)

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