España- Eslovenia (86-64) España, a semis con un Navarro colosal

14 septiembre 2011 | Por Redacción | Categoria: Baloncesto
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Los de Scariolo eran favoritos para superar los cuartos de final y luchar por las medallas en el Eurobasket

La ‘Bomba’ Navarro, con 17 puntos en el tercer acto, lideró un parcial de 24-4 (59-35, min 28).

Eslovenia sorprendió de inicio a los de Scariolo.

Pau (19+16) metió la directa cuando se le necesitó

      La selección española aplastó a Eslovenia y se clasificó para las semifinales del Europeo en un partido que pasará a la historia por su monumental caraja en el primer cuarto y por su memorable tercer acto, en el que firmó un parcial de 24-4 para sentenciar el partido (59-35, min 28). Cuarto en el que hubo una actuación colosal de Navarro, que con 17 puntos en ese periodo (España acabó con 36), lideró la escapada de España hacia semifinales.En el partido no fue todo de color de rosa para España, que compareció en cancha sin la tensión mínima exigible y firmó un primer cuarto calamitoso que aprovechó Eslovenia para llevar la iniciativa. Lorbek le buscó las cosquillas a Pau Gasol fuera de la pintura y Begic, el pívot madridista que no contó ni para Messina ni para Molin, compitió por momentos con los Gasoles -sí, no es broma- y se dejó ver en ataque en la primera escapada eslovena (6-14, min 4).

Los de Maljkovic se crecieron ante un rival tan apocado y fuera de sitio e incluso empezaron a entrarle los triples, faceta en la que era el peor equipo del torneo con un pobre 25% de acierto. España, desfigurada por su falta de intensidad y su apagón ofensivo, malvivió con acciones esporádicas de Navarro, Pau y Calderón, pero era un equipo diminuto.

La circulación de balón en ataque brilló por su ausencia (ni una asistencia en este cuarto) y su despiste generalizado se tradujo en seis pérdidas de balón, una ecuación lastimosa que dio vida a Eslovenia en los primeros diez minutos de partido (16-23). Y el desguisado pudo acabar peor, pues los árbitros no concedieron un triple a Udrih sobre la bocina al considerar que había sido fuera de tiempo.

El partido no podía pintar peor para España, y cuando esto suele ocurrir, el manual dice que hay que encomendarse al ‘Equipo A’. Y así lo hizo, empezó a atiborrar de balones a los Gasoles y Eslovenia comenzó a derretirse. Begic fue el primero de los damnificados al cometer la tercera falta. Los españoles, con una defensa zonal puntual y un punto más de intensidad, cogieron la compensación con un parcial de 9-2 (25-25, min 16).

Eslovenia pegó el esperado bajonazo con el inicio de sus rotaciones y Reyes, con un dos más uno, y Navarro con un triple -en un anticipo de lo que iba a venir después- permitieron a España marcharse al descanso con ventaja (35-31). El temporal había remitido y tras el descanso se trasladó a territorio esloveno en forma de tormenta perfecta del equipo español, que salió a sentenciar por la tremenda, como si se fuese a acabar el mundo.

Pau marcó el camino con siete puntos (acabó con 19 puntos y 16 rebotes), Rudy y Calde se subieron al carro con sendos triples y Navarro terminó de reventar a los eslovenos con una exhibición de las que hacen época. Sus siete primeros puntos en este periodo convirtieron la pequeña brecha en el marcador en el Gran Cañón de Colorado gracias a un parcial de 22-4 en siete minutos que enterró definitivamente a Eslovenia (57-35, min 27).

El partido quedó resuelto en un visto y no visto, pero Navarro decidió que el festival no había acabado y continuó con su recital ofensivo para completar un cuarto memorable en el que anotó 17 puntos (con 3/5 triples), para desesperación de los eslovenos, que asistieron anodadados a la exhibición de La ‘Bomba’. Gracias en parte a su efectividad, España pasó del 1/7 en triples de la primera parte al 7/10 en la segunda, dejando el choque sentenciado (68-40, min 30), tras anotar 36 puntos en ese tiempo.

Fueron diez minutos sublimes de todo el equipo español, pleno de intensidad, que con velocidad y rápidas circulaciones de balón pudo encontrar buenas posiciones de tiro. Y cuando un jugador como Navarro las tiene, el rival se puede dar por perdido. El último cuarto sirvió, un día más, para que la segunda unidad disfrutase de unos minutos antes del trascendental choque de semifinales de mañana. Si España juega al 80% de como lo hizo en el tercer cuarto, la final y los Juegos no se escapará.

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