Deporte Balear

Un mes después de la intrusión del técnico andaluz Joaquín Caparrós en el banquillo bermellón, la plantilla responde con naturalidad la filosofía del nuevo técnico.

Ayer fue Sergio Tejera el que hizo autocrítica tras no haber entrado en las últimas alineaciones y elogió el trabajo y el carisma del utrerano a pesar de no haber contado con los minutos deseados y afirmó su bajo estado de forma.

El catalán debe entender que el trabajo es fundamental para prolongar una progresión y consistencia a su calidad ya conocida y se debe exigir que un futbolista aún teniendo la calidad que atesora, que sin trabajo su estancamiento se puede ver reflejado a corto plazo.

Debe elegir entre ser un valor o ser un lastre. El mismo caso está viviendo Akihiro Ienaga, que desde que llegó Caparrós sólo vio minutos en el Vicente Calderón frente al Atlético de Madrid, quizás su caso sea especial por la dificultad de comunicarse con su entorno debido a sus orígenes asiáticos. Eso y el pasotismo con el que se emplea en los entrenamientos, debe dar un paso hacia al frente y comenzar a trabajar si no quiere entrar en las convocatorias a lo largo de la temporada.

El tercer futbolista y el caso especial al que tenemos cómo principal foco de atención en el artículo es el del francés Michael Pereira. Dejó sus vacaciones veraniegas para mejorar sus prestaciones físicas, comenzó muy fuerte en la pretemporada y aún teniendo esa lesión que lo apartó de los terrenos de juego durante buena parte del inicio de la temporada, cada vez que ha jugado se ha empleado a fondo para poder gozar del protagonismo anhelado.

Esta semana ha sido su representante el que se presentó en las oficinas de Son Moix para pedir explicaciones al máximo accionista, y razón no le falta. Podríamos decir que la situación del francés es un dato sorprendente. Frente al Sporting fue de los mejores y asistió al Chory Castro en el gol bermellón, fue titular en detrimento del sancionado Emilio Nsue. Precisamente es Emilio Nsue el que está gozando del protagonismo en detrimento del francés y los resultados no son los más convincentes.

Trabaja cómo el que más, pero lo que le da diferencia al jugador que está en Primera División al que está en categorías inferiores es la capacidad ofensiva que debe tener por la posición en la que ocupa. Nulo en el uno contra uno, en la definición y en el centro al área y poca convicción con el balón en los pies hacen dictaminar a la afición mallorquinista que no es el futbolista al que se le deba dar la oportunidad desde el inicio. Muchos opinan que Pereira debe ser el futbolista que deba participar desde el pitido inicial.

Trabajo, calidad, gran golpeo de balón, uno contra uno, gran poderío físico en balones aéreos y gran capacidad de poner precisos balones al aérea contraria, podemos poner en su contra su intermitencia y su exceso de individualidades, pero desde mi opinión más crítica debería ser un futbolista habitual en los esquemas de Joaquín Caparrós.

Stefan Drover 

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