Deporte Balear

La gran labor de Pep Campillo dentro de nuestro club se encuentra en buscar posibles jugadores, algunos de ellos poco deportistas, y convertirlos en jóvenes entusiastas del voleibol. Al coger un grupo de niños que se desconocen entre ellos y convertirlos en un equipo y en un grupo de amigos. Un equipo que, cuando esté formado, pasará a otros entrenadores con los que obtendrá las victorias, los éxitos deportivos, mientras Pep deberá volver empezar …
Esto no lo puede hacer cualquiera, no basta ser técnico, estimar el deporte y haber hecho algunos cursos de entrenador. También hay que estar hecho de una pasta especial. Sólo Pep sabe los ingredientes básicos, pero seguro que hace falta mucha paciencia y mano izquierda (tanto para tratar con niños como padres), falta de protagonismo, un talante especial para conquistar la voluntad de los niños y el sacrificio de quienes dejan sus cosas para enseñar a los demás. Este año, Pep lo ha vuelto a hacer después de ver (él asume que le toca) como su primer equipo de infantiles pasaba a manos de Felipe: los alevines Pedro Terrón y Jaume Adrover ya habían entrenado con él las anteriores temporadas y serían los dos puntales del nuevo equipo, los dos benjamines Pedro Sacarés y Toni Colom habían estados formados por Mar y M ª Bel en la escuela y reforzados en la escuela de verano; Guzmán y José también fueron fichados del voley playa de verano , Jordi y Marc querían ir a la escuela, pero Pep los convenció para formar parte del equipo sin haber tocado nunca una pelota de voleibol, y la familia de Martín buscaba un equipo masculino por su hijo y, a pesar de residir en Palma , un técnico de la federación les recomendó el CV Sóller, y ahí está, haciendo tres o cuatro viajes por semana desde Ciudad, convertido en una promesa del voleibol sollerense.

Durante los primeros partidos formaban un grupo desintegrado, con poca fuerza y ​​menos técnica, con balones fáciles que cayendo suavemente en el suelo, con algunas sacadas que no llegaban ni a la red … Casi toda la temporada luchando contra las previsibles derrotas frente a equipos más preparados técnicamente. La victoria absoluta no llegó a ningún partido, aunque empezaron a ganar algún set y, incluso, dos. Y a punto estuvieron de llevarse la primera cuando estuvieran 24-24 en un juego decisivo. Pero los puntos se quedan en los marcadores, sobre los papeles de la federación, y lo que de verdad importa es que ahora tenemos un nuevo equipo de voley masculino formado por niños muy jóvenes que ya entran casi todos los servicios, que incluso saltan al bloqueo y, sobre todo, que como ya saben perder, sabrán ganar con dignidad como lo hacen sus hermanos mayores.
Sí, Pep lo ha vuelto a hacer y los niños han respondido a su llamada para disfrutar del deporte en equipo. Campillo, el motor del CV Soller, ha vuelto bombear savia nueva en el club. CVS

C.V.Soller; TEMPORADA D’ESTRENA PELS INFANTILS B, UN EQUIP DE FUTUR.

La gran labor de Pep Campillo dins del nostre club es troba en cercar possibles jugadors, alguns d’ells poc esportistes, i convertir-los en joves entusiastes del volei. En agafar un grup de nins que es desconeixen entre ells i convertir-los en un equip i en una colla d’amics. Un equip que, quan estigui format, passarà a altres entrenadors amb els quals obtindrà les victòries, els èxits esportius, mentre Pep haurà de tornar començar…
Això no ho pot fer qualsevol, no basta ser tècnic, estimar l’esport i haver fet alguns cursets d’entrenador. També s’ha d’estar fet d’una pasta especial. Només Pep en sap els ingredients bàsics, però segur que hi fa falta molta paciència i mà esquerra (tant per tractar amb infants com pares), manca de protagonisme, un tarannà especial per a conquerir la voluntat dels al·lots i el sacrifici dels qui deixen les seves coses per a ensenyar els altres. Aquest any, en Pep ho ha tornat a fer després de veure (ell assumeix que li toca) com el seu primer equip d’infantils passava a mans de Felip: els alevins Pere Terrón i Jaume Adrover ja havien entrenat amb ell les anteriors temporades i serien els dos puntals del nou equip; els dos benjamins Pere Sacarés i Toni Colom havien estats formats per Mar i Mª Bel a l’escoleta i reforçats a l’escola d’estiu; Guzmán i Josep també foren fitxats del volei platja d’estiu; Jordi i Marc volien anar a l’escoleta, però Pep els convencé per a formar part de l’equip sense haver tocat mai una pilota de volei; i la família de Martín cercava un equip masculí pel seu fill i, malgrat residir a Palma, un tècnic de la federació els recomanà el CV Sóller, i aquí el tenim, fent tres o quatre viatges per setmana des de Ciutat, convertit en una promesa del voleibol solleric.

Informa: DeporteBalear.com. Fuente: Sports de ca Nostra

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