Deporte Balear

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Sería farragoso e inoportuno glosar aquí las reflexiones que los filósofos griegos -con nombres como los de Parménides de Elea, Tales o Anaximandro- realizaron sobre el carácter cíclico del tiempo y la noción de que la historia, lejos de ser algo lineal, se termina repitiendo.

Por la tierra donde en este Europeo juega la Selección Sub-19 pensaron hace unos cuantos siglos que las generaciones de los hombres se suceden como la de las hojas de los árboles. Puede que justo cinco años y dos días después del triunfo eterno en el Soccer City ante Holanda una nueva quinta de jóvenes internacionales haya venido a confirmarlo.

Porque de nuevo los oranje se cruzaban en el camino y, pudiendo apelar el empate a ver qué pasa, España salía decidida a resolver con un triunfo su pase a semifinales.
Los de Luis de la Fuente pudieron irse al descanso con varios goles de ventaja, pero luego sufrirían durante los minutos finales
Regresaba -concesión al eterno retorno- el once que goleaba a Alemania en el estreno y desde el pitido inicial las internadas la solvencia defensiva apuntalada en el mediocampo servía de base para el ballet de Ceballos, las internadas de Pedraza o los sinuosos e intencionados movimientos de Mayoral en punta.

Con esos mimbres le tocaba a Marco Asensio protagonizar el peligro y el balear de madre holandesa, que saltó hace un lustro con el gol de Iniesta rodeado de parientes mitad eufóricos mitad decepcionados, supo tomar la pelota por el costado diestro para poner una bomba inteligente en forma de centro que el defensa Mirani introducía en su propia portería.

Era el prólogo a los mejores minutos de los de De la Fuente, plenos de confianza en sus combinaciones, incisivos en sus llegadas y capaces de generar claras ocasiones que bien el pie salvador de Drommel o la falta de acierto impedían convertir en gol.

Con ventaja mínima llegaba España al descanso y en la reanudación llegaba la incertidumbre en forma de penalti señalado por derribo de Meré a Van Amersfoot que el gigante holandés aprovechaba para hacer el empate.

De ahí al final nervios, tensión, emoción al límite… y dos enormes oportunidades en un libre directo de Dani Ceballos y un remate de Pape Cheikh que a punto estuvieron de dejar a España líder de su grupo.

Así certificaba la Selección su pase a semifinales. Como hace dos años -de nuevo el tiempo cíclico- Luis de la Fuente lo ha logrado ante Holanda y se las verá con Francia dirigiendo a un grupo de jugadores que cuando Iniesta ejecutó su volea inmortal eran apenas adolescentes. Cinco años y dos días después están llamados a tomar el testigo de los campeones. Algún filósofo griego lo dejó escrito: Conviértete en quien eres.

Foto: Sportsfile

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