Carta abierta a Jorge Vilda

28 junio 2017 | Por Rafel Gelabert | Categoria: Fútbol, Fútbol femenino
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Estimado Jorge:

La convocatoria que hecho usted para el Campeonato Europeo femenino de fútbol es una marranada. Sospecho que ha dejado a varias jugadoras fuera de la convocatoria por razones extradeportivas. Me refiero, en concreto, a Vero Boquete y a Sonia Bermúdez.

Para que podamos entender lo que está sucediendo, convendría hacer un poco de memoria. En el último Mundial, celebrado en Canadá en 2015, la selección española hizo un mal papel. No fue bien preparada y apenas jugó varios partidos amistosos. El desastre se debió, en gran parte, al desinterés que la RFEF ha mantenido siempre por el fútbol femenino. De hecho, el antiguo seleccionador, Ignacio Quereda, permaneció durante más de 27 años en el puesto sin haber demostrado ningún mérito. Era un entrenador muy limitado que, con su incompetencia, provocó que, a la vuelta del Mundial, las jugadoras pidieran su despido. Finalmente y tras varios encontronazos, lo consiguieron. No había sido la primera vez que unas jugadoras se habían rebelado contra Quereda.

«Quereda era un entrenador muy limitado que, con su incompetencia, provocó que a la vuelta del Mundial las jugadoras pidieran su despido»

Tras el Europeo de 1996 -donde quedaron terceras-, enviaron una carta a la Federación pidiendo su cese. Algunas jugadoras no volvieron a ser llamadas. Entre ellas, Begoña Jáuregui, que había redactado la carta. También se vio obligada a dimitir María Teresa Andreu, responsable federativa del fútbol femenino, que había apoyado a las deportistas. Esta forma de proceder parecía cosa del pasado, pero ha vuelto a suceder. 

Tras el despido de Quereda, usted tomó los mandos de la selección absoluta. Era el paso lógico; había hecho muy buen trabajo con las categorías inferiores (sub 17 y sub 19) y conocía bien a todas las promesas del fútbol español. Además, apostaba -y apuesta- por un juego de toque con voluntad de tener el balón. Y es que España es generosa en centrocampistas, tanto hombres como mujeres. Pero, poco a poco, fue haciendo la limpieza requerida. Jugadoras como Ainhoa Tirapu, Natalia Pablos o Ruth García fueron quedando al margen de las convocatorias. Todas ellas estaban en buena forma, pero también habían liderado públicamente (junto con Priscila Borja, Vero Boquete y Sonia Bermúdez) el despido de Quereda.

Curiosamente, de esas excelentes seis jugadoras ninguna irá convocada al Europeo de Holanda. ¿No es demasiada casualidad? ¿Qué mensaje se lanza con eso al resto de jugadoras? Quizá el mismo que dijo Alfonso Guerra en la década de los ochenta: «El que se mueva no sale en la foto». Un buen sistema para mantener con miedo y en silencio a la plantilla.

Intentaré ser comprensivo y diré que puedo entender que usted quisiera hacer un cambio generacional y que por eso dejó a algunas jugadoras más veteranas de lado. Al fin y al cabo, sus éxitos los ha conseguido con jugadoras jóvenes y puede que deseara seguir ese camino. Pero una cosa es hacer un relevo generacional y otro es cargarse, por ejemplo, a las dos mejores jugadoras españolas (junto con Meseguer y Hermoso) que hay en este país, que son Vero y Sonia. Tanto Vero como Sonia son capitanas, líderes natas que siempre han sumado. Entonces, si son tan buenas, ¿por qué no van a Holanda? 

Mi teoría es que a la RFEF, pura gerontocracia masculina, no le sentó nada bien que un grupo de chicas jóvenes le obligase a despedir a Quereda. No sólo por la amistad que unía a Villar y Quereda, sino por la polémica que supuso todo aquel revuelo. Salieron demasiadas miserias al aire y, si hay algo que el poder no soporta, es que se le cuestione. Y, aunque usted está en el puesto gracias al despido de su predecesor, no es menos cierto que debe su contratación a la RFEF; al dejar fuera a estas seis jugadoras, devuelve el favor a sus jefes. Ha eliminado cualquier elemento disidente. Además, extingue a las futbolistas que tienen voz propia, que salen en medios y que tienen unos conocimientos de fútbol tan grandes o mayores que usted. Es decir,deja fuera a toda jugadora que podría cuestionarle.

«Mi teoría es que a la RFEF, pura gerontocracia masculina, no le sentó nada bien que un grupo de chicas jóvenes le obligase a despedir a Quereda»

Por todo esto tengo la sospecha de que Vero y Sonia se quedan fuera por cuestiones extradeportivas. Las explicaciones que usted ha dado han sido muy vagas. En mi opinión, Sonia, por ejemplo, es la mejor extremo izquierda que hay en España y tiene todavía mejor uno contra uno que Alexia Putellas -grandísima jugadora, por otra parte-. Es, además, la segunda mejor goleadora de la Liga con 32 goles (Hermoso lidera con 35). Por otro lado, Vero es creativa, rápida, ordena a sus compañeras en el campo y ha jugado tres finales de Copa de Europa. Con 30 recién cumplidos está en la cima de su carrera y su experiencia y seguridad pueden ser de gran ayuda. Incluso sin ser titular.

Aunque reconozco que, como seleccionador, usted no tiene por qué ofrecer los motivos por los que lleva o no lleva a alguien a una competición, el caso es que este asunto apesta a podrido. No conozco a nadie que se haya tragado la supuesta «razón deportiva». Es como cuando las bandas de rock se separan por «motivos musicales». Y creo que el caso concreto de Vero Boquete merecería una explicación. Gran parte del creciente éxito del fútbol femenino en España se debe a ella. A las jugadoras en general, pero a Vero en particular. No estamos hablando de una jugadora, ella es un icono.

Siempre ha sido consciente de que cada paso hacia adelante que dieran las jugadoras, lo iban a tener que pelear muy duramente. Vero es muy grande dentro del campo, pero su estatura es casi mayor fuera. Es una pionera, una luchadora y ha pagado un precio muy alto por ello. Sus compañeras son conscientes de lo que se le debe. Pero España es un maravilloso país que fagocita a quien más le da. Un país que destruye a cualquiera que destaque por encima de la media.

«Ha sido toda una sorpresa comprobar que la era de los tiralevitas, palafreneros y manporreros de salón sigue viva»

Jorge, le auguro un gran futuro porque reúne usted dos características que en España son garantía de éxito: el servilismo y la sumisión ante el poder. Hay que vivir en una anomia muy grande y tener unas tragaderas enormes para hacer lo que ha hecho. Tremendo. Le premiarán con lo que intuyo que desea que sea su próximo paso: el fútbol masculino. Pese a todo, le deseo la mejor de las suertes en este campeonato. La selección, pese a contar con bajas tan importantes, puede hacer un buen papel. Si la Liga Iberdrola tuviera el nivel competitivo de la francesa, podrían plantarse en semifinales o incluso en la final sin mucho problema. La realidad, hoy por hoy, es otra, pero el talento viste de rojo. Todo es posible.

Para despedirme, me queda decirle que ha sido toda una sorpresa comprobar que la era de los tiralevitas, palafreneros y manporreros de salón sigue viva. Pensé que una nueva generación  habría superado el clientelismo más atroz, pero ya veo que no. Que le vaya bien en Holanda.

 

@IgorPaskual

Fuente: Marca.com

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