En esta 5a entrega de “ EQUOS INSULA” conoceremos de primera mano la trayectoria de un gran aficionado, amigo y profesional de la hípica en las Islas Baleares-

21 febrero 2021 | Por Redacción | Categoria: Hípica, Otros Deportes

No consideramos añadir nada más a sus propias palabras e historia narrada por él mismo, simplemente porque con su nombre, la inmensa mayoría de aficionados ecuestres lo conocen muy bien, SEBASTIAN LLOMPART, impulsor y creador de una marca a la que todos conocemos por su inconmensurable aportación a la afición y el deporte hípico en Mallorca.

HÍPICA SON MAGRANER.

E- Sebastián, empezamos como es habitual en todos estos reportajes, de donde viene tu afición al caballo y a qué edad te empieza a atraer este mundillo.

En realidad, no sé muy bien cómo empezó mi afición por los caballos, ya que era un palmesano sin ningún familiar con relación con los caballos ni siquiera el campo.

Me encantaban las películas del oeste y soñaba en ser un pequeño Cowboy viendo a John Wayne en mi infancia y evidentemente empecé a interesarme por montar a caballo.

E- Tus comienzos empiezan como los de muchos niños a los que les entra el gusanillo de montar a caballo, ¿dónde se produce tu primer contacto con los caballos?

Por una casualidad acabé un día en Son Molina encima de un caballo y ya no volví a bajarme. Allí empecé a recibir clases y de la mano de Toni Pericas aprendí y me enamoré del mundo del caballo y en especial del salto.

Supongo que recuerdas a tu primer caballo, y a los demás, porque tuviste varios.

Si, por supuesto, a los 13 años mi madre compró a nuestro primer caballo, Huracán, y cómo su nombre indicaba tuvimos que cambiarlo volando, ya que no había quien pudiera con él. Tuvimos a Balú, Rayo, pero fue Layka una yegua hispano árabe sin domar de apenas tres años la que nos cautivó a todos, con ella hice mis primeros concursos de salto y aprendí lo que era crecer con un animal, física y espiritualmente. Layka murió en mis brazos 24 años después.

E-No eras de los niños de los que le preparaban el caballo solamente para el día de clases, ¿tenías que ganarte a pulso el poder montar y mantener a tu caballo?, o simplemente te lo dieron todo masticado.

No tuve esa suerte, aunque ahora lo agradezco. Durante esa época y siempre con la ayuda del algo más que mi profesor, para mí era un referente para todo, Toni Pericas, empecé a trabajar los fines de semana y vacaciones, limpiando cuadras, ensillando caballos, dando cuerda…. en fin cualquier cosa que me ayudara a pagar mis clases y mi pupilaje.

E-En la competición, llegas a cosechar importantes victorias con otra yegua de tu propiedad.

Eso fue a punto de cumplir los 17 y con la ayuda de mis padres, un préstamo y mi primer sueldo, compré a Romy una Westfaliana, preciosa con la que más éxitos deportivos llegué a tener, campeonatos de Mallorca, de Baleares, trofeo Ciutat de Palma y demás me llevaron a ser jinete del año 1996 de salto categoría Adulto.

E- A raíz de tu trayectoria, comienzas a trasladar tus conocimientos adquiridos a varios alumnos.

Ya por esa época empecé dando clases de iniciación y algunas de las llamadas tandas. Al mismo tiempo cursaba estudios de  fotografía y empecé a trabajar como redactor gráfico compaginando ambos trabajos.

E-Llega un momento en tu vida de reflexión y tienes que tomar una determinación que te plantea tu futuro.

Como a todas las personas, llega el momento de madurar y ante la dificultad de seguir creciendo profesionalmente en el  mundo del caballo, dediqué mis esfuerzos a la fotografía, en la que empecé una carrera de más de 12 años.

 

Durante esa etapa compaginé ese trabajo con él, en ese momento mi hobby, montando caballos por mi cuenta, desbravando  potros, ayudando a colegas cómo Miky Terrades en esa época en el Bon Sol. Y cuando mejor estaba mi carrera profesional en  la fotografía, recién me acababan de premiar con el primer premio Photopress Mallorca 2008, la empresa para la que  trabajaba me despidió en una reducción de plantilla sin más explicación.

E-Tu espíritu luchador y tu pasión, juegan un papel importante en un momento difícil de tu vida, ¿podemos decir que es el tropezar, sacudirse el polvo, y volver a coger las riendas de tu vida?

Gran momento de incertidumbre, pero fueron otra vez los caballos los que me rescataron, después de unos pinitos otra vez  con Miky en Bon Sol y también con Toni ahora en el RCEEM, volví a la senda de lo que siempre había soñado. De rebote  acabé en un club que estaba empezando llamado Hípica Palma Son Magraner en ese momento propiedad de la familia  Moody, empecé instalándome allí con unas cuantas clientas y a dar clases de salto por mi cuenta, mientras, me fui formando  realizando los curso de técnico deportivo.

E-Tu desembarco en Son Magraner, tu buen hacer y tu entrega a lo que hacías con tu trabajo te lleva a una gran  oportunidad.

Un día Kevin Moody me propuso si me interesaba trabajar para él dirigiendo el club. El sueño se hacía realidad, fue un año y  medio increíble, conseguimos arrancar de cero y empezar a formar la historia de Son Magraner, pero Kevin y su familia se  cansó de gestionar esa empresa y me comunicaron que querían venderla, después de mucho meditarlo, me decidí, ante otros  pretendientes, puse una oferta sobre la mesa, para mí todo lo que tenía, para ellos, algo más baja que otras, pero me  escogieron a mí. Y así fue como me convertí en el flamante propietario de la slu Hípica Palma Son Magraner, no diré que los  dos primeros años no fuesen duros, pero con mi equipo de trabajo conseguimos hacer de Son Magraner el club con más  caballos estabulados de Mallorca y crear una escuela que hoy en día no para de crecer.

Fueron los doce años deportiva y profesionalmente más bonitos de mi vida, alumnos triunfando en todas las disciplinas, en  Doma Clásica, Son Magraner se adjudicó 10  campeonatos consecutivos, gracias a los alumnos sobre todo de Víctor  Cuadrado y Luisa Quero.

En salto, varios campeonatos de Mallorca y Baleares y arrasando en las ligas de salto de la federación
Allí cambió por completo mi vida, Marilén, Cowboy (mi perro), amigos, alumnos y alumnas, papas, la infinidad de gente que he conocido y con la que he compartido mis hasta ahora mejores años fueron en Son Magraner.

E- Y de nuevo, vuelves a caer, pero como si se tratase de un gladiador, muerdes el polvo, y no tiras la toalla, pese a  recibir un duro revés.

Por desgracia dicen que todo lo bueno se acaba y en Agosto de 2019, una familia Alemana compra el terreno y de la mano de  otros interesados hacen que tengamos que dejar ese lugar, fue sin duda la peor época los peores momentos, pero cuando  más abatido me sentía cuando no veía solución y creía que Hípica Palma Son Magraner iba a desaparecer, pasó uno de esos  milagros que sólo pasan en las películas. Todos mis alumnos y alumnas, ex-alumnos/as, papás y mamás, amigos y demás se  alzaron para hacerme saber que estaban con nosotros, no sólo para apoyarnos y seguirnos dónde fuera que acabáramos sino  para hacerlo realidad y después de un emotivo reconocimiento que no olvidaré jamás todos se arremangaron y cargaron  literalmente todo el club en nuestro viejo camión para buscar un nuevo hogar, y cosas del destino ese fue Bon Sol, aquí  llevamos casi 6 meses, adaptándonos y luchando por toda esa gente que nos siguió y apoyó y esperamos pronto poder darles  alguna sorpresa sobre el devenir de Hípica Palma Son Magraner.

E- Gracias Sebastián por querer compartir con todos tu sencillez, simpatía, amistad, amor al caballo, conocimientos  y tu gran historia de superación, tanto en lo personal como profesional.

Juan Quetglas, para Deporte Balear

 

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