Eivissa Bàsquet se convence de la permanencia (83-64)

5 abril 2009 | Por Redacción | Categoria: Baloncesto

liga eba 26ª j0rnada

Ángel Pascual entra a canasta ante la defensa de un rival.  MOISES COPA

EIVISSA | G. L. S. El Eivissa Bàsquet tiene el firme convencimiento de que la permanencia en la Liga EBA es posible. Ayer dio una clara muestra de que se va a aferrar a la categoría con uñas, dientes y buen baloncesto. El plantel ibicenco transmite confianza en sus posibilidades y tan sólo hay pequeños lunares en su juego que son subsanables.
El cuadro de Vila se deshizo de un rival directo, el Pamesa Valencia, al que igualó a victorias y derrotas y le superó en el basketaverage. Este paso hacia la salvación se cimentó con las armas que mejor le gustan: Defensa agresiva, contraataque y transiciones.
En el primer minuto y medio, el quinteto valenciano ya tenía cinco faltas que llevaron a los locales al tiro libre. Los de Óscar Beltrán sufrían lo indecible para cerrar el rebote en los primeros compases, pero lo paliaban con su acierto ofensivo. Entre Virgil, Pascual y Aziz (que acabó la primera parte con 12 puntos) hicieron daño bajo los tableros. Una canasta de Pascual sobre la bocina cerró el primer acto y dio la máxima diferencia en el marcador a los pitiusos hasta ese momento (23-11).
En el segundo periodo hubo un atasco en ataque de sa Graduada, que no vio aro en tres oportunidades seguidas merced a la presión individual a todo el campo del cinco de Juanjo Rojo, que recortó distancias y se puso a siete puntos (del 29-19 pasó al 29-22, m.15). A pesar de ello y de las segundas opciones en el rebote, el quinteto colegial se volvió a marchar de 13 puntos (38-25, m.18), pero se redujo a once al descanso (38-27).
El parón reglamentario sentó mejor al Eivissa Bàsquet, que rompió el partido apelando a sus ideas. Defendió, corrió y jugó eléctrico para marcharse en el luminoso. Un contraataque de Pascual puso el 58-38, que se ampliaría al 61-40 a falta de la manga definitiva del partido.
Dos canastas consecutivas de los valencianos obligaron a parar el partido a Óscar Beltrán con un tiempo muerto que sirvió para calmar las revoluciones, aunque Pamesa, ante la desesperación de ver que no podía recortar diferencias lo fió todo a su presión, que de nada les sirvió. En los compases finales el técnico de los pitiusos dio minutos a los menos habituales que también se sumaron a la fiesta.

Informa: Deporte Balear  fuente:  diariodeibiza

Recuerda si eres entrenador, jugador, directivo de un club o de una federación, o estás relacionado de alguna forma con este maravilloso deporte y te gusta escribir y compartir las novedades y noticias de vuestra actividad deportiva, aquí puedes hacerlo gratuitamente y llegar a toda la comunidad.
deportebalear@gmail.com