Deporte Balear

El Poblense hizo un completo ejercicio defensivo a lo largo de la primera parte en Santa Eulària, logrando frenar el insitente ataque de la Peña Deportiva. El equipo de Rueda consiguió adelamtarse en el marcador por 2-0 con goles de Salas y Del Moral. Parecía que el partido estaba encarrilado y la suerte echada, pero los mallorquines aprovecharon dos acciones a balón parado para evidenciar la fragilidad defensiva del equipo local y llevarse un punto de su visita.

La Peña Deportiva sigue sin perder pero ha cedido dos empates en las dos últimas jornadas. Visitaba el Poblense Santa Eulària, un clásico de la Liga a cuya llamada acudieron trescientas personas para tomr acomodo en el graderío y ver al equipo de Rueda, situado en la parte alta de la clasificación y dispuesto a sumar tres puntos más.
Raúl Gómez apareció en el once titular como novedad, extremos a pierna cambiada y Salas como referencia en ataque, al igual que lo son Villodre y Neftalí en la defensa. Desde el primer minuto el Poblense, cerca de su meta Biel Gost se parapetó en su campo. No obstante Salas fue el autor del disparo más peligroso de los locales, desviado, mientras a Neftalí se le anuló un gol por un multitudinario fuera de juego.
La ocasión mallorquina vino firmada por Jordi. Un balón de Yousuf en defensa cedido al delantero del Poblense que no pudo superar a Moro en clara ocasión de abrir el marcador. Al descanso, empate sin goles.
Y en la segunda parte, el frenesí de los tantos. Tuvo quen esperar la Peña a cumplir el primer cuarto de hora para que Villodre cediese el cuero a Salas. El delantero dibujó una exquisita vaselina que acabó con el entramado defensivo del Poblense.
Sin tiempo de reacción visitante, Yousuf se redimió de sus erorres con una brillante jugaa por la banda en la que contró el pase para Carlos López y en el último toque Del Moral se encargó d eponer el 2-0 en el electrónico.
La Peña desplegó en esos minutos su fútbol más efectivo, pero encima de las hojuelas no había miel.
Con todo perdido al Poblense no le quedó otro remedio que irse en busca de Moro. En cuatro minutos igualaron el marcador, que no el juego. Dos jugadas a balón parado en cinco minutos resultaron suficiente. Alberto evitó la barrera y a Moro en un saque de falta y en acción de estrategia, Amate se adelnató a la defensa en el primer palo para marcar y empatar a dos goles.
Con quince minutos por delante, la Peña se fue al ataque y Rueda movió todas las piezas disponibles. Fue en balde. La insistencia ofensiva acabó en saques de esquina inermes y en la última jugada del partido, los jugadores locales reclamaron una pena máxima al tocar un defensor el balón con la mano. En el momento de la jugada el colegiado debía estar parpadeando porque fue el único que apreció la infracción. Un punto más o dos puntos menos.