Deporte Balear

Sonia hace poco más de dos años que se estrenó por primera vez en un circuito.

«Me llevó un amigo después de mucho insistir para que lo probara. Yo veía lo del circuito demasiado complicado para mi experiencia, sólo pensaba, me van a matar, me pasaran a más de 200km/h, voy a estorbar, soy lenta y así un largo etcétera»

Fue en el circuito de Montmeló, a lo grande, con una Ducati Monster 600. Sus nervios estaban a flor de piel, temblaba y sentía punzadas en el estómago.

«Llegó el momento de salir a pista y la emoción me invadió, fue como cuando con quince años besas a ese chico que tanto te gusta»

Sonia estaba preparada para dar comienzo a su nueva aventura. Bajo la mirada del resto de pilotos, todos del sexo masculino, ella esperaba que se apagara el semáforo.

Una vez en pista, rodó un par de vueltas seguida por su amigo, algo que la ponía nerviosa, pero es la mejor forma de saber cuales son tus errores e intentar corregirlos. Después, este pasó delante para darle rueda y que fijará su atención en cómo trazar las curvas. Al acabar la tanda, su amigo le dijo que iba muy lenta y muy recta en la moto. Lo normal para una principiante.

«En la segunda tanda me sentía más cómoda, ya empezaba a fijarme más en mi trazada, seguía yendo lenta, pero yo estaba contenta, me estaba diviertiendo y ya en la última tanda sentí que el espiritu circuitero se había apoderado de mí»

Quedó totalmente embaucada por este mundo, no sólo por lo bien que lo había pasado sino por todo lo que rodea este ambiente. En pista se sintió respetada, además del montón de consejos que recibió del resto de pilotos.

Mora d’Ebre sería su siguiente circuito, allí dadas las características del trazado, pudo mejorar su técnica. En el tercer circuito y enganchadísima a la vida circuitera, fue donde se dio cuenta que su vieja Ducati no le servía. El viento le molestaba muchísimo y pasados los 120km/h la moto se movía por todas partes.

Actualmente es propietaria de una Suzuki GSXR 600cc. Las diferencias que Sonia destaca son el giro de manillar y la resistencia al aire. «Con el cambio todo han sido ventajas», me comentaba. Está muy contenta con su nueva moto, cree que es la moto que necesita en este momento de su vida.

«Elegir tu moto es como buscar una pareja de baile perfecta, tus movimientos tienen que ser suyos y los suyos hacerlos tuyos»

Sonia no duda en recomendar la práctica en circuito, para aprender, para probar tus posibilidades y conocer tus limitaciones con tu moto, ya que la seguridad que ofrece es incomparable con la carretera.

«Mi forma de conducir en carretera cambió considerablemente, aunque parezca raro, rodar en circuito ha hecho que sea más responsable en carretera»

Los circuitos son altamente recomendables e instructivos, no sólo están para esa gente descerebrada con la que por desgracia, se relaciona la velocidad.

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