Deporte Balear

Rafael Nadal se clasificó para la tercera ronda de Roland Garros después de solventar su compromiso ante Pablo Andújar en tres mangas. A pesar de no ceder un solo set, el pentacampeón en París sigue evidenciando falta de chispa sobre un tapete en el que estamos acostumbrados a verle disfrutar.

Después de todas las líneas que se habían escrito en las últimas 48 horas sobre el duro debut de Rafa Nadal ante John Isner en Roland Garros, la expectación por ver cómo se desenvolvía con un jugador más ‘terrenal’ como Pablo Andújar era inevitable. El balear resolvió su partido con un marcador global de 7-5, 6-3 y 7-6(4) tras tres horas y veinte minutos de juego en un choque disputado en una Suzanne Lenglen en la que hasta el juez de silla era español (Enric Molina). No había precedentes entre ambos jugadores a pesar de ser de la misma quinta (’86), tan sólo un Campeonato de España cadete (2002) donde ganó el de Manacor. Andújar aprovechó la situación para intentar jugar de tú a tú a Nadal en los primeros compases del partido, donde ambos se mostraron firmes con su servicio. El conquense, campeón en Casablanca esta temporada, se metió valiente en pista para llevar el dominio en los intercambios e intentar que Rafa no sacara a relucir una derecha que sigue siendo su mejor arma. Era Andújar de quien dependía el sino del partido en esos momentos. Con sus fallos ‘regaló’ dos rupturas (sexto y octavo juego) y con sus aciertos firmó dos contrabreaks (séptimo y noveno juego), salvando incluso una bola de set adversa. Cuando todo el mundo advertía el tie-break, Rafa apareció en escena para sellar en blanco y al resto la primera manga.

El duro castigo de perder el primer set pesó como una losa en el plano anímico de Andújar, que cedió su servicio en el segundo acto a las primeras de cambio tras errar una volea en la cinta y golpear una pelota con la caña. Nadal seguía sin estar fino, incómodo en la pista y lento en los movimientos, lo que le llevó a perder su renta de inmediato. Pero el balear tiró de galones de nuevo en el momento crucial del set. En el siempre clave octavo juego se fabricó una bola de break tras un ‘rally’ de 35 golpes y confirmó la ruptura provocando el fallo de su rival. Le costó poner el broche al set (salvó un 0-40 en contra), pero lo consiguió. En cualquier otro escenario podría darse carpetazo al partido, no tratándose de un derbi español sobre tierra batida. Andújar no quería despedirse de París y, por debajo en el marcador, jugó su mejor tenis. Dando buena cuenta de un amplio repertorio de recursos, el conquense llegó a verse con 5-1 en el marcador y servicio. Contó una, dos, tres y hasta ocho bolas de set mientras Nadal recortaba diferencias peligrasamente en el marcador. Finalmente se llegó al 5-5 y luego al tie-break. Rafa, que había cedido las últimas cuatro muertes súbitas que había disputado, pudo poner ahí el broche final a un partido en el que lo más destacado es su pase a la siguiente fase.

Es la victoria número 40 de Nadal en este escenario en 41 partidos diputados. Para seguir sumando tendrá que esperar al sábado, donde se medirá al croata Antonio Veic, que, procedente de la fase previa, se deshizo del ruso Nicolay Davydenko por un tanteo de 3-6, 6-2, 7-5, 3-6 y 6-1 tras tres horas y veinte minutos de juego en un choque disputado en la Pista 6. Nadal y Veic, de 23 años y 227 del mundo, nunca se han visto las caras en el circuito ATP.

Informa: Deporte Balear fuente:   marca.com

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