Deporte Balear

Es el mariscal de la defensa del Sant Jordi, el cerrojo, el capitán del conjunto de David Torres y uno de los pocos jugadores criados en la cantera del club verdinegro junto a Dani Ramón, Sergio, Andrés, Iván Martín y Rubén Gordillo. Empezó con tres añitos a darle patadas a un balón en Can Guerxo y todavía, con 18 años, sigue defendiendo la elástica de la entidad jordier en el colectivo juvenil de Liga Nacional. «Siento mucho estos colores. No he conocido otro equipo, a pesar de que en varias ocasiones me han propuesto cambiar de aires. Empecé aquí y aquí sigo», comenta David Ferrer, el central de la escuadra de Las Salinas.
Tito Sunder -así le conocen sus compañeros- no es un futbolista mediático como puedan serlo Joshua o Dani Haro, pero es uno de los pesos pesados de un vesturio que respira muy buen rollo y que busca divertirse en la cancha. «Aparte de competir y tratar de concluir la Liga lo más arriba posible, tratamos de pasarlo bien y disfrutar en el terreno de juego», comenta uno de los futbolistas que más minutos ha disputado -sólo se ha perdido 45 minutos del choque ante el San Francisco-.
El balance que hace David Ferrer del papel del Sant Jordi en esta primera vuelta -tan sólo faltan dos jornadas para que concluya-, es positivo. El defensa, al respecto, sostiene que el plantel -octavo con 22 puntos, a cinco del ascenso- ha aprobado con buena nota la primera parte del torneo, aunque su asignatura pendiente está en los partidos a domicilio, donde los de David Torres tan sólo han sumado cuatro puntos -una victoria ante el Ferrerías y un empate frente al Ciudad de Palma-. «De momento no nos podemos quejar. El equipo está bien situado en la tabla. A pesar de algún pinchazo que otro, estamos en la pomada, muy cerca del Menorca. La única pega la tenemos en los desplazamientos, donde no acabamos de sumar puntos. Nos falta más madera para gestionar los encuentros de fuera porque en casa los solventamos sin muchos problemas», apostilla David Ferrer, quien celebró la jornada pasada, ante el Juventud Sallista, su primer gol esta temporada -por cierto, un golazo de chilena que abrió el marcador-. «No suelo hacer goles, pese a que siempre subo a rematar los córners, pero el domingo me salió uno muy bonito. Que recuerde sólo metí otro de bella factura cuando era cadete».
Tito Sunder, respecto a los objetivos del Sant Jordi esta temporada, añade que «nuestra meta es salvar la categoría y después quedar lo más arriba posible», aunque el defensor argumenta que la plantilla no renuncia a cotas mayores, como ascender a División de Honor. No obstante, el central sabe que será muy complicado subir, ya que «hay rivales muy fuertes y competitivos». Aún así, afirma que «nunca se sabe qué puede pasar; no descartamos nada».
La atmósfera que se respira este año en la caseta, según cuenta David Ferrer, es inmejorable. Para él, la campaña pasada se formó un gran equipo de individualidades, pero «este año el grupo está más compenetrado, más unido». Además, el feeling con el técnico es brutal. «Estamos a muerte con el míster y se lo hemos demostrado, aunque también hay que decir que David Torres también está con nosotros a muerte y lo sabemos muy bien porque nos lo ha demostrado».
El próximo rival del Sant Jordi es ante el Dosa menorquín, un rival directo que en su casa se muestra férreo. El capitán afirma que el equipo se ha conjurado para sacar este choque adelante y sumar tres puntos antes del parón navideño. «Son duros en su casa, pero la idea es ganar y comernos el turrón con los deberes hechos para afrontar el último compromiso de la primera vuelta -después de fiestas- con tranquilidad. Veo a la plantilla muy bien y creemos en nuestras posibilidades», concluye Tito Sunder.