Deporte Balear

El Sant Jordi dejó escapar una inmejorable oportunidad de meterse de lleno en la lucha por el ascenso a División de Honor. A sabiendas de que el Mallorca B ganaba en Menorca al Ciutadella cuando arrancó el partido en Palma, los jugadores de David Torres salieron con una consigna muy clara: no perder su personalidad sobre la cancha, imponer su fútbol de toque e intentar perforar el marco de una Penya Arrabal que se movió ayer por impulsos, con mucho nervio en sus acciones, empleando poco su centro del campo y explotando sus mejores virtudes, que eran precisamente sus puntas.
Con todo, la mejor ocasión la tuvo el Sant Jordi en el minuto 19, con un soberbio zapatazo de Iván que el larguero repelió. Al descanso se llegó sin goles tras 45 minutos equilibrados.
En el segundo tiempo, los locales fueron mejores. Los verdinegros, muy presionados por su rival, tenían enormes dificultades para sacar el balón desde atrás.
En el minuto 70 Fede aprovechó el rechace del espectacular libre directo ejecutado por Jandro y dos minutos después llegaron los nervios en ambos banquillos. Rodríguez Quintero resolvió los conflictos a tarjetazo limpio, dejando una imagen impagable: el cuerpo técnico local fuera detrás del banquillo, y el del Sant Jordi, aunque finalmente solo David Torres fue expulsado
Los verdinegros lo intentaron todo para al menos empatar, sabiendo que el partido en Menorca había acabado 1-1. Sandro la tuvo en el minuto 82, pero su remate se fue a las nubes y con el tiempo a punto de expirar, Jordi, cruzando el esférico ante Adrián marcó el definitivo 2-0.
Diario de Ibiza

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