Deporte Balear

“NADA TE TUMBARÁ SI TÚ NO TE DERRUMBAS”

La cita era a las 08:15  de una mañana de domingo que se levantó espléndida.  A las puertas del campo se iban concentrado jugadores y sus padres, los cuales, habían robado horas de sueño para acompañar en la afición de sus hijos: el fútbol. Teníamos 12 jugadores y dos alevines para afrontar el encuentro. Un pequeño lapsus en la coordinación de fichas -circunstancia que no volver a ocurrir- retraso unos minutos la partida hacia el feudo del Binissalem.

Allí nos teníamos que enfrentar a un equipo muy parejo al nuestro, tanto en la situación en la tabla clasificatoria como en los altibajos en los resultados. En el partido de ida en nuestro campo habíamos vencido por 3-1, no obstante, se afrontaba el encuentro con diferentes estados de ánimo; el Binissalem venía de enlazar unos cuantos encuentros con claras victorias a su favor y nuestro equipo sigue en busca de un patrón de juego con el cual se encuentre cómodo sobre el césped.

No podía empezar mejor el encuentro y nada más comenzar arrinconamos al equipo azulón en su área grande y conseguimos el 1-0. Nuestro centro del campo apretaba cada balón y los pocos que se atrevían a traspasar nuestra  línea medular eran  interceptados por la zaga defensiva. Sin embargo, poco a poco, nos fuimos difuminando y el equipo local fue agrandando el terreno de juego e imponiendo una mejor condición física, encajando dos goles en la primera parte.

Tradicionalmente se decía que los españoles tenemos un problema insalvable con las disciplinas de equipo, que contábamos con grandes figuras individuales, pero que éramos incapaces de llevar esos talentos al juego de equipo,  fruto de una idea de juego  en la que el entrenamiento se basa en hacerse fuertes a través del balón. Esta idea combina técnica, táctica, estrategia y preparación física de forma óptima, pero a su vez aviva el proceso psicológico del que lleva la pelota y agota al rival. Por otro lado, esta combinación óptima siempre debe tener un director de orquesta que sea capaz de hacer sentirse importantes a sus integrantes. Dos pájaros en una espiga hace mala compañía, dice la sabiduría popular.

Nada mas empezar el segundo tiempo el Binissalem consigue el 3-1, acortando distancias nosotros a través de un fuerte zapatazo desde fuera del área. Nuestro centro del campo no aparecía, no creaba y abastecía de balones a la delantera. En una jugada individual del máximo goleador del equipo local, quién  cogió la pelota en el centro del terreno de juego y su fue por fuerza y velocidad directo hacia la porteria y consiguió el definitivo 4-2.

Informa: DeporteBalear.com. Fuente: udrotletmolinar.com

Recuerda si eres entrenador, jugador, directivo de un club o de una federación, o estás relacionado de alguna forma con este maravilloso deporte y te gusta escribir y compartir las novedades y noticias de vuestra actividad deportiva, aquí puedes hacerlo gratuitamente y llegar a toda la comunidad.
deportebalear@gmail.com