Deporte Balear

Luis Rueda, entrenador de la Peña Deportiva, sabe que las cosas en el equipo no marchan. Porque el juego del equipo así lo predica, porque los resultados así lo certifican. El técnico asturiano trata de poner un toque de cordura pero dentro del vestuario se desgranan las carencias de un equipo que no responde a la calidad que se le presuponía antes de que diese comienzo el campeonato.

Luis Rueda está tranquilo de cara al exterior. Su procesión va por dentro y el vía crucis deportivo por el que pasa tiene una sucesión de estaciones, con parada y saeta incluida para el entrenador.
Medio centro. Iván Torres no da la talla esperada para capitalizar el juego desde el centro del campo. Yousuf se ha erigido por defecto como alternativa, pero siendo un buen recuperador de balones, adolece de la técnica individual necesaria para efectuar desplazamientos de balón, ni en movimiento ni en jugadas de estrategia.
Osky. Es un jugador de calidad pero excesivamente intermitente. Un Guadiana futbolístico que desaparece por espacios prolongados de los partidos.
Ataque por las bandas. El equipo, a falta de poder jugar a partir de la elaboración plasmada por un medio centro, lo hace por las bandas pero no hay calidad para enviar balones con peligro al área rival.
Juego de estrategia. Sin jugadores capacitados para tocar bien el balón en la concepción del juego, saques de falta o saques de esquina, pese a contar con jugadores de talla y envergadura (Villodre, Neftalí o Raúl Salas), el equipo no consigue rematar faltas ni saques de esquina.
Montuiri. Próxima cita liguera de la Peña Deportiva. Campo de reducidas dimensiones y rival de calidad y presto para la pelea. Todo un examen.
A todas estas cosas Luis Rueda lo llama detalles, detalles que desequilibran los partidos ante rivales como el Atlético Baleares el pasado domingo. Si estos detalles no se mejoran y causan el efecto contrario (juego y resultados) la rumorología adversa despertada en Santa Eulària la mañana del lunes pasado, irá creciendo a cada partido que pase. A cada partido que no se gane.