Deporte Balear

Tur lleva seis años en las labores de coordinación del CN Santa Eulària, entidad que en todo este tiempo ha experimentado un gran crecimiento: «Cuando llegué había un grupo de competición con cuatro regatistas en Óptimist y ahora somos una treintena entre Óptimist, Láser 4.7, windsurf y vela adaptada», afirma.
Dominique Tur ocupa el cargo de director deportivo del Club Nàutic Santa Eulària desde hace seis años. Después de trabajar para el CN Sant Antoni, encontró acomodo en la Villa del Río. Allí se dedica a fomentar la práctica de la vela y de otros deportes náuticos en la entidad santaeualiense y como responsable de la escuela de vela municipal.
— ¿Cómo ha cambiado el Club Nàutic Santa Eulària desde que usted está como director deportivo?
— Me encontré un club con gente con muchas ganas de hacer cosas pero no sabían muy bien qué dirección tomar. Yo me ofrecí porque llevaba años sin el ambiente de la vela. Había unos Óptimist muy antiguos y en estos años hemos cambiado mucho. Ahora disponemos de 24 embarcaciones Óptimist, 16 Láser, 2 Topper Omega, 3 barcos del tipo gamba, 5 neumáticas y 24 tablas para windsurf. Las instalaciones son las mismas, pero estamos sorprendidos con la cantidad de gente que navega para lo poco que tenemos. El ambiente de la vela es muy sano y es un deporte que ayuda a formar personas.
— ¿La vela significa una experiencia de vida?
— Sin ninguna duda. Nuestros jóvenes regatistas soportan situaciones de estrés y presión psicológica en las pruebas, tienen que entender de táctica de regatas y deben saber el reglamento. Además, de eso aprenden la puesta a punto del barco, a competir y tienen que conseguir una condición física adecuada. Es una acumulación de cosas difícil de llevar. Pueba de ello es que alguno se viene abajo, pero al día siguiente lo volvemos a intentar. Es fabuloso ver cómo los viernes y los sábados vienen con tanta ilusión para navegar con nosotros.
— ¿Qué le diría a aquellos que dicen que la vela es un deporte elitista?
— Que no es cierto. A día de hoy la vela no es una disciplina solo para ricos. No resulta más cara que jugar a fútbol o practicar otro deporte. Los clubes disponen de material y de instalaciones y eso lo facilita todo.
— ¿Cuándo llegó había grupo de competición?
— Sí, eran cuatro regatistas de Óptimist. Ahora somos una treintena entre Óptimist, Láser 4.7, windsurf y vela adaptada. Dos de los deportistas que había antes ahora trabajan conmigo como monitores. Sin embargo, nuestra filosofía no es tener un grupo de competición. Lo que buscamos es que la gente venga a navegar. Las condiciones que tenemos en las Pitiüses para ello son envidiables.
— ¿En sitios costeros como Eivissa debería haber una materia escolar que enseñase el medio marino?
— Por supuesto que sí. Ahora mismo Sant Antoni tiene la Setmana del Mar y Eivissa un evento similar, Joves a la Mar. Nosotros también pretendemos arrancar un programa parecido. Para mí la envidia es Cádiz. Allí pasan alrededor de 10.000 alumnos por sus escuelas de vela durante el invierno y es una clase obligada. ¿Cuánta gente hay en la isla que no ha ido nunca a Cala de Sant Vicent, Portinatx, Cala Aubarca o ha navegado por la zona norte de Eivissa?
— ¿Resulta complicado competir con clubes tan potentes como el de Sant Antoni o el de Ibiza?
— Mucho. Los dos tienen un nivel brutal y están entre los mejores de España. Sus directores técnicos, Enrique Mas y Sebas Vidal, han hecho una labor increíble. Nosotros somos más pequeños y estamos más limitados económicamente. Pero estamos ahí y empezamos a tener regatistas que destacan en las citas insulares. Esperemos que algún día sea en las internacionales. Para nosotros, la presencia de estos dos clubes es una ayuda porque nos obliga a mejorar.
— ¿Para cuándo un regatista campeón de Santa Eulària?
— En unos años, dos o tres, recogeremos los frutos con algunos de nuestros patrones. Hay varios chicos en la clase Óptimist que tienen buenas perspectivas, que están navegando bien y que les gusta mucho. Han abandonado la práctica de otros deportes para centrarse en la vela.
— Cuentan también con una sección de ´windsurf´, disciplina que en Formentera está dando muy buenos resultados. ¿Qué objetivos tienen ustedes?
— Teníamos hace dos años un grupo grande con 17 windsurfistas, pero ahora se nos ha quedado en 8. Estamos muy ilusionados porque nuestro gran reto es acudir al Mundial de la clase raceboard que se celebrará en Tarragona, organizado por el CN Hospitalet, durante la primera semana de septiembre. Es una clase un poco en desuso, pero a los chicos les ha gustado. Además, Formentera nos lo pone muy difícil con el windsurf porque están haciendo una labor brillante. En mayo vamos a organizar el Campeonato de Balears de esta disciplina, que será un buen test para ver nuestro nivel.
— ¿Para cuándo una sección de piragüismo?
— La directiva y el gerente del club hace ya tiempo que barajan esta opción. De momento, organizamos dos cursos en verano y estamos buscando una persona para llevar la sección y activarla. Esperemos que en el plazo de un año o dos esté ya creada y funcionando como es debido. Pero la idea principal es que gente del pueblo tenga su piragua y pueda salir a remar. Si luego hay un grupo de competición, pues mejor. Así pasó en el Club Nàutic Sant Antoni.
— ¿Cómo son las relaciones con los otros clubes de las Pitiusas?
— Fabulosas. Nos ayudamos y nos apoyamos en todo momento. Somos la envidia cuando acudimos a eventos nacionales porque todo el mundo se sorprende de lo bien que nos llevamos. Solo hay un pique deportivo sano.
— ¿En qué medida le va a beneficiar al club las nuevas instalaciones de la escuela de vela municipal?
— Ahora mismo estas dependencias son del Ayuntamiento y supongo que nos las cederán. Esperamos que todo vaya para adelante, pero ahora mismo seguimos trabajando en nuestro sitio, que es el espigón del puerto.
— En Santa Eulària se ha apostado claramente por el desarrollo de la vela adaptada…
— Cuando llegué yo ya estaba funcionando, pero creo que se tenía un poco abandonado. Tenía un especial interés en esta modalidad porque es algo que reconforta mucho. A través de varias asociaciones hemos realizado algunas cosas, especialmente con la ayuda de Magna Pityusa. Queremos conseguir una buena flota de vela discapacitada y estamos preparando un barco de 12 metros para las regatas.

Cortesía de Diario de Ibiza

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