Deporte Balear

Rafael Nadal tendrá la oportunidad de defender el título del US Open conquistado el año pasado tras doblegar a Andy Murray en cuatro sets. El balear tendrá como rival -al igual que en 2010- a su ‘coco’ Novak Djokovic, verdugo de Roger Federer en semifinales.

Rafael Nadal dijo tras sellar su pasaporte para las semifinales del US Open que, pasara lo que pasara ante Andy Murray, saldría de Nueva York reforzado anínimicamente al haberse reencontrado con la mejor versión de su tenis. El balear ratificó ante el escocés este buen momento, doblegándole por un marcador global de 6-4, 6-2, 3-6 y 6-2 tras tres horas y veinticinco minutos de juego en un choque disputado en una abarrotada Arthur Ashe. “Cada punto va a ser durísimo. Él sabe atacar muy bien”, comentaba Nadal a Mary Joe Fernández, entrevistadora a pie de pista, antes de saltar al tapete. No se equivocaba el balear, gran estudioso de sus rivales, pues tardó en desenredar la madeja tejida por el escocés al otro lado de la pista. Tras unos primeros instantes de tanteo, español y escocés comenzaron a calentar sus maquinarias. Rafa hizo correr mucho su golpe de derecha; Andy evidenció que el revés es su mejor golpe para la transición defensa-ataque. El séptimo juego, donde Nadal fue una marcha más agresivo, marcó un punto de inflexión, pues lograría con un break en blanco una renta que no dejaría escapar. Con pinceladas de calidad y grandes dosis de practicidad, el balear cerró el primer set a su favor antes de que se consumiera la hora de juego.

Reaccionó, o al menos lo intentó, Murray en el comienzo del segundo acto. Lo hizo metiendo presión a Nadal con sus continuas subidas a la red y sacando petróleo de su buen hacer con la volea. Llegó a gozar de hasta tres bolas de break en el segundo juego, pero sus errores con el revés, que parecía tener un imán con la cinta, evitaron que tomara ventaja en el partido. Y la ley del tenis dice que cuando perdonas lo acabas pagando. Máxima que se acrecienta ante un jugador del nivel de Rafa. Sólido, rápido de piernas y buscando profundidad en cada uno de sus golpes, el balear abrió la lata de las rupturas en el quinto juego y se llevó el set tras firmar cinco juegos consecutivos (dos breaks incluidos).

Tímida reacción de Murray
El rostro de Murray era todo un poema. Enfadado consigo mismo, con su equipo y con el mundo. Todo lo contrario que Nadal, que miraba con gesto confiado a su box, donde Toni Nadal y Carlos Costa le hacían un gesto de aprobación. Todo iba sobre el guión previsto. Pero el tenis no es una ciencia exacta ni mucho menos. El de Dunblane pareció soltarse la presión que atenazaba su brazo y después de 20 juegos firmó su primera ruptura. A pesar de mostrarse errático e irregular por momentos, superó el contrabreak de Nadal y firmó una nueva ruptura en el siempre clave octavo juego que le sirvió para reducir la desventaja en el global.

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Así vivimos el partido entre Rafa Nadal y Andy Murray

A pesar de la acumulación de minutos en pista (tres partidos en tres días), ambos jugadores subieron el ritmo e intensidad de la batalla. Murray fue el primero quien tuvo en sus manos hincar el diente en el cuarto acto, pero fue Nadal quien consiguió llevarse el dulce tras aprovechar un ‘regalazo’ del escocés en forma de doble falta y derecha al pasillo de dobles con toda la pista para él. Fue la puntilla a un partido que luego no tardó en consumirse. Rafa, que pudo incluso aumentar la renta, dejó para la galería algún ‘passing’ marca de la casa y un festejo merecido en pista espejo del sufrimiento del camino labrado.

Mucho ha cambiado el panorama desde que Nadal sufriera para imponerse en primera ronda a Andrey Golubev. En aquel momento todo eran dudas: de juego, de la relación con su tío/entrenador, de confianza, respecto a sus rivales… Hoy todo se mira desde otro prisma, quizá el más cercano a la realidad. El número 2 del mundo se medirá al número 1 del ranking (Novak Djokovic) por un gran título en juego. La Gran Manzana vivirá el sexto duelo de la temporada entre las dos mejores raquetas del momento (5-0 por ahora a favor del serbio) y el vigésimo noveno en sus carreras (16-12 para el español). Es la misma final que el año pasado en la ciudad de los rascacielos. En 2010 ganó Nadal, ¿volverá a repetirse la historia? Rafa pide cita en el psicólogo (lunes, 22.00 hora española) porque quiere dar carpetazo definitivo a sus fantasmas.

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