Deporte Balear

Dos graves errores ponen en el punto de mira al portero argentino

R. CABOT. PALMA. Dos partidos le han sido suficientes a Manzano para estar a punto de acabar la paciencia con Germán Lux. El portero argentino está en el ojo del huracán tras los dos errores que ha cometido en los dos partidos que ha disputado, ante el Athletic de Bilbao y el Almería, el pasado domingo.
Con la victoria prácticamente en el bolsillo ante los vascos, una salida en falso de Lux permitió que el gigante y nuevo internacional Llorente rematara a placer y birlara dos puntos al Mallorca. Fue un error de bulto de un portero que está empezando a acostumbrar a la parroquia mallorquinista a ofrecer una de cal y otra de arena. En ese mismo partido ante el Athletic tuvo unas cuantas intervenciones de mucho mérito. El problema es que no paró lo que tenía que parar. Y ese es el primer mandamiento de un guardameta.
Al día siguiente del empate que ha causado una honda herida en el equipo se pudo ver por televisión las imágenes de un irritado Manzano, en compañía del preparador del porteros, Joan Mesquida, realizando ostensibles gestos de cómo tendría que haber salido, ante la cara de incredulidad de un Lux que ha sido internacional absoluto con la albiceleste. La negativa del portero con la cabeza le delataba. No parecía estar muy de acuerdo con las indicaciones, o recriminaciones de su entrenador, que todavía se lamentaba de la pérdida de los dos puntos.
Hubo una tregua en el compromiso copero ante el Málaga. Tapia, más centrado en la Liga, puso en liza un equipo plagado de suplentes que apenas inquietaron al portero argentino, que pasó una noche de lo más tranquila.
Pero el pasado domingo se volvió a las andadas. Transcurría el partido de una forma relativamente cómoda para el Mallorca hasta que, al filo del descanso, Negredo, el mejor jugador del Almería, sorprendió a Lux con un disparo desde fuera del área. Sin restarle ningún mérito al delantero del conjunto andaluz, el balón entró, entre otras cosas, porque cogió al guardameta mallorquinista adelantado. Si hubiera estado un paso más atrás posiblemente el balón no hubiera entrado porque el disparo de Negredo iba centrado y sin excesiva potencia.
Lux, que a finales de septiembre sufrió una fractura en la base del metacarpiano de su mano derecha que le obligó a estar parado seis semanas, sabe que en cuanto Moyà esté preparado para jugar volverá al banquillo a la espera de una nueva oportunidad. De momento, está desaprovechando todas las que le da su técnico. Ante el Málaga, con permiso de Moyà, tendrá que demostrar lo buen portero que es.

Informa:deportebalear.com /fuente:diariodemallorca.es