Deporte Balear

La Peña Deportiva acabó con la mala racha en su feudo (no ganaba en Santa Eulalia desde el pasado 9 de enero) y superó al Llosetense, un rival directo en la lucha por alcanzar la liguilla de ascenso. El bloque de Luis Rueda sacó petróleo en las jugadas de estrategia y en dos saques de esquina botados por Víctor Galera dejó el encuentro encarrilado con sendos goles de Berto y Edu Moral. En media hora de juego, los blancos mandaban con autoridad y allanaban el camino hacia la esperada victoria.

La Peña Deportiva se disfrazó de bruja y rompió el hechizo que le impedía ganar en su castillo, encantado por las fuerzas del mal. Los últimos tres enfrentamientos en la Villa del Río se saldaron con tablas y hoy, día grande del Carnaval, el bloque de Luis Rueda deshizo por fin el maleficio.
El conjunto local, sabedor de la importancia del partido, se adueñó del cuero y buscó con determinación la marco de Mingo. La ambición local por desatascar pronto el encuentro trajo como resultado el primer gol de la tarde. Berto enviaba al fondo de las mallas un córner ejecutado por Víctor Galera (m. 10). El central despejaba la vereda hacia el triunfo y daba alas a un equipo carente de amor. Un disparo de Xino que salió alto fue el único bagaje ofensivo de la escuadra mallorquina en los primeros compases del duelo (m. 20). Los visitantes no veían la manera de inquietar los dominios de Moro, que se conviertió en un espectador más.
El dominio del bloque peñista era total. Los hombres de Luis Rueda seguían mandando y encañonaban la portería visitante una y otra vez. Y en una de esas llegadas se festejó el segundo tanto de la tarde. Edu Moral cabeceó a la red un envenenado córner ejecutado, de nuevo, por Víctor Galera. Corría el minuto 28 y el electrónico reflejaba un tranquilizador 2-0.
La Peña Deportiva tenía contra las cuerdas al Llosetense. El conjunto de Santa Eulalia superaba a su rival con solvencia y exprimiendo al máximo su efectividad. No en vano, los mallorquines no arrojaron la toalla; seguían con vida e intentaban recortar diferencias aprovechando algún despiste de la zaga blanca. Y con un lapsus defensivo llegó el gol que dejaba el marcador en incertidumbre y la atmósfera cargada de fantasmas. A diez minutos para el final de la primera entrega, Toni López oxigenaba al Llosetense ante perplejidad de una Peña Deportiva que había pagado excesivamente caro el desacierto en la jugada. La primera entrega no dio para más. 2-1 y toda la segunda mitad por delante.
Tras el paso por vestuarios, los locales continuaron comandando ofensivas en busca de la sentencia, pero el Llosetense también batallaba y no estaba dispuesto a sacar la bandera blanca en una guerra de la que estaba dispuesto a salir airoso. El terreno de juego albergó un intercambio de golpes, aunque estériles para los dos bandos. La acción más clamorosa la falló Salinas, que no supo definir sólo ante el cancerbero cuando la grada ya cantaba el gol. El ex del Real Madrid había desperdiciado una ocasión inmejorable para ajusticiar a un Llosetense ladrador, pero que mordía poco, más bien nada.
La Peña Deportiva no se desanimó y prosiguió con su tarea. Siguió buscando la suerte del gol que relajase los ánimos y ajusticiara a su oponente. Y después de tanto ir y venir, llegó el gol que dejó visto para sentencia el encuentro. En el minuto 71, el 9 peñista peinó al fondo de la portería una falta botada por el canterano Vicent. Edu Moral firmó un doblete, justificó su condición de killer del área y permitió sonreír de nuevo a la afición santaeulaliense, que alberga la esperanza de ver a su equipo en el play-off.

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