Deporte Balear

Emilio de la Cámara Socio de honor de nuestra Penya, el sábado tuvo la gentileza de atendernos y darnos la enhorabuena por toda nuestra labor.  Le hicimos entrega de una camiseta y su correspondiente carnet de socio.

 Nombre: Emilio de la Cámara Perona Edad: 62

 Un atleta mallorquín que ha recorrido el mundo entero ganando campeonatos del mundiales, europeos y diferentes pruebas internacionales de renombre. Todo un ejemplo a seguir, trabajador incansable que dedica todo su tiempo a su familia y al deporte, paseando por todo el mundo los colores y el nombre de nuestra querida Mallorca. Gracias Emilio, nuetra Penya esta contigo.

                                                                      UN POQUITO DE EMILIO

   Sus títulos más destacados: 9 oros en mundiales de veteranos en las siguientes modalidades:

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   Cros –         5.000 metros pista –

   10.000 metros pista –

    2.000 obstáculos Y galardonado como Mejor Atleta Veterano de España en los años 2004 y 2005  –

 ¿ Desde que edad practica atletismo ? Desde los 40 años aproximadamente. Pero a nivel ‘profesional’ consigo mi primer título mundial  en la categoría M50 a los 53 años. Es una lástima empezar tan tarde ya que estudios que me han realizado dicen que si hubiera empezado en mi juventud seguramente habría alcanzado marcas olímpicas. También es una suerte ser no fumador ya que tarde menos tiempo en adquirir una buena forma física. Los fumadores necesitan el doble de tiempo.

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 ¿ Antes de atleta fue árbitro no ?

 Si. Fui árbitro, ascendí a III División Nacional con 36 años. Empiezo en el atletismo compaginándolo con el arbitraje, pero es a los 47 años, donde por edad debo abandonar el arbitraje nacional y me dedico en cuerpo y alma al atletismo, si bien, desde entonces ayudo al Comité Balear a sacar partidos puntuales adelante.   –

 ¿ Qué se siente cuando un Cros lleva su nombre y ya van por la octava edición ?

  Una satisfacción enorme. Orgullo de haber hecho las cosas bien y es una alegría poderlo ver y vivir estando en activo, ya que estos homenajes se suelen rendir cuando uno ya no lo puede vivir. De verdad, que es una de las cosas más grandes que puede vivir un deportista.  –

 ¿ Qué ritmo de entrenamientos lleva ?

Entreno cada día aproximadamente unas 3 horas. Cada día el entreno es diferente. Me levanto a las 4 de la mañana para ir a trabajar, cumplo con mi jornada hasta las tres de la tarde en la pescadería que regento en el mercado del olivar y luego sin comer marcho a la Porcíncula o al polideportivo Príncipes de España hasta las siete de la tarde. Luego, la intensidad de los entrenamientos depende de la época dentro de la temporada. Siempre tengo en mente los mundiales o europeos que suelen celebrarse en Julio/Junio/Agosto. Empiezo suave en septiembre y voy incrementando el ritmo hasta noviembre (croses de Baleares), luego en febrero (croses nacionales) y luego bajo otra vez el ritmo hasta la llegada de los mundiales o europeos.  –

 ¿Cuál es el secreto para estar en lo más alto ?

  Mucha disciplina en los entrenamientos, fuerza de voluntad y mucho sacrificio. Además, el Atletismo es un deporte noble y sin edad donde puedes entrenar y hablar abiertamente de tu hobby con gente joven. El contacto con esta gente te anima y da ganas de continuar porque te sientes igual que ellos.   –

 ¿Cuál es su próxima competición ?

El Campeonato de Europa de Gran Fondo en Rosenborg (Alemania) dentro de 15 días. Un 10.000 metros en ruta (asfalto).   –

       Una anécdota…  Contaré dos, una buena y otra mala; La primera cuando batí por primera vez al que consideraba como el mejor atleta veterano de todos los tiempos: Rob Roberson de Nueva Zelanda. Un atleta imbatible desde hacia muchísimos años, con records mundiales en diferentes pruebas. Fue cuando coincidí con el en la categoría 55/59, en Newcastle (Inglaterra) en un cros de 5 km. El estiraba del grupo pero yo cuando faltaba un kilómetro y no tenía nada que perder contra él, hice un cambio de ritmo que lo dejé 30 metros atrás. Tuve una alegría inmensa cuando llegue a la meta con la cabeza hacia atrás y había conseguido aguantar esa distancia de unos 30 metros. La anécdota negativa sucedió en Buffalo (EEUU), en un cros con un atleta descalzo, luchábamos en un adelantamiento y me pego un codazo espantoso, pero lejos de polémica lo adelante. No había viajado 10.000 Km para pelearme y volver a España descalificado. Llegué a la meta y lo denuncié a los jueces. Con tan mala suerte que no sabia el equipo al que pertenecía. Solo recordaba sus colores. Los jueces mandaron llamar al equipo brasileño pero no estaba ese integrante. Dos días más tarde me encontré con él en otra prueba y vi que era australiano (los colores del traje coincidían). Entonces ya no pude denunciar nada. Siempre me quedó la duda del motivo de la agresión. Supongo que le debí molestar en algún momento de manera inconsciente.