Antonio de la Rosa llega al final de la aventura tras 50 horas

28 junio 2010 | Por Redacción | Categoria: Otros Deportes, Triatlón

La expedición 4 Islas 4 Cumbres 2 Días de Antonio de la Rosa ha llegado a su culminación en la cota más alta de Formentera, La Mola, después de 50 horas de haber empezado en Maó (Menorca). Por el camino han quedado las cuatro islas habitadas de Baleares en bicicleta y sus respectivas travesías en kayak.

Sábado, 26 de junio de 2010

Antonio de la Rosa ha finalizado su última aventura, la expedición 4 Islas 4 Cumbres 2 Días, al alcanzar la cima de La Mola (Formentera). Un reto que empezó el jueves pasadas las 12 horas del mediodía en la fortaleza de Sa Mola (Menorca) y que le ha llevado a recorrer en bicicleta las cuatro islas habitadas de las Baleares y a cruzar en kayak la distancia entre ellas. Durmiendo apenas hora y media en todo este tiempo y superando todas las dificultades, este vallisoletano de 40 años afincado en Madrid ha recorrido más de 200 km en tierra y otros 150 km en mar en unas escasas 50 horas de esfuerzo.

Esfuerzo final en Formentera

Tras embarcarse nuevamente en su kayak de estilo polinesio en la ibicenca playa Ses Salines con destino a Formentera, Antonio de la Rosa se ha encontrado con la travesía marítima más breve pero a la vez más insegura de todo el reto. Entre Ibiza y Formentera, el tráfico marítimo es muy intenso y, por lo tanto, el oleaje se presenta incómodo y el riesgo de que un gran yate o un ferry se acerque más de la cuenta, también.

Antonio ha sufrido esas últimas dificultades con estoicismo, volcando el kayak en dos ocasiones y levantándose nuevamente para seguir remando en dirección a la costa. Pasado el mediodía, finalmente, ha tocado tierra en la playa de Ses Illetes. Allí se ha subido por última vez a la bicicleta, para recorrer la privilegiada geografía de Formentera. Primero por un terreno absolutamente llano, “hasta que me he encontrado la inesperada y dura subida a La Mola, el punto más alto de la isla, que se encuentra en medio de unos pinares preciosos”.

El último tramo sin asfaltar, lo ha llevado hasta el fin de su aventura, al filo de las dos de la tarde. En total, 50 horas de esfuerzo continuo: “Son dos horas más de las 48 que nos habíamos planteado, pero la prioridad era terminar y estoy muy satisfecho de haberlo conseguido. Además, es algo que no había hecho nadie y no teníamos referencias. Los paisajes han sido espectaculares y muy variados, y ha sido algo muy duro, incluso más de lo que me pensaba”, ha comentado Antonio a su llegada.

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